A Dani Vega lo conocerás si has seguido la carrera de Mishima, la banda que lleva dos décadas escribiendo algunas de las páginas más finas del pop independiente catalán. Como guitarrista, ha sido clave en la textura y el dramatismo emocional que definen los últimos siete álbumes del grupo. Pero ahora, Dani da un paso al frente y nos muestra una faceta que, según él, llevaba tiempo latiendo en su interior: la de compositor solista. Empezar una carrera en solitario a los 50 tiene el beneficio de traer una identidad artística sólida y auténtica. Un rock independiente lleno de profundidad y carácter.
Este 25 de octubre, su álbum debut, Así de frágil es, vio la luz a través de Eclipse Records, y con él llegó un trabajo que ha puesto los sentimientos en carne viva. Lo que hace tan especial este proyecto es su capacidad de caminar esa delgada línea entre lo personal y lo universal. Con Así de frágil es, Dani Vega no solo firma su carta de presentación como solista, sino que nos invita a un viaje que es suyo, pero que bien podría ser nuestro. Prepárense para sentir. Hemos hablado con él.
NTD: La última vez que te lanzaste fuera de Mishima usaste el nombre Sr. Canario. Ahora, publicas como Dani Vega. ¿Qué inspiró este cambio de nombre?
Dani Vega: Sr. Canario era un proyecto compartido con otros músicos desde el principio. Este es mi debut en solitario bajo mi nombre real.
NTD: En Así de frágil es, lograste transmitir tu sensibilidad y experiencias vitales. ¿Qué te llevó a abordar estos temas tan personales en el disco?
Dani Vega: La necesidad de cerrar puertas y hacer las paces conmigo mismo en toda una serie de historias personales.
NTD: Podrías contarme cómo fue el proceso de canalización de todo eso en el disco.
Dani Vega: Bueno, la verdad es que el estado de las emociones de cualquier persona siempre está a merced de un proceso interno que es difícil de explicar. En mi caso, se podría decir que he tenido la suerte de encontrar un camino a través del cual expresar y poder comprender —aún en abstracto— quién soy.
NTD: El disco tiene momentos de pop optimista y otros más oscuros y experimentales. ¿Cómo encontraste el equilibrio entre estas dos atmósferas sonoras?
Dani Vega: Fue algo espontáneo. La colección de canciones con las que he trabajado tenían esta particularidad, y me pareció adecuado resaltarlo en la edición en vinilo, dejándome llevar por “el síndrome de la cara B”.
NTD: ¿Había alguna intención detrás de que no hubiera muchas guitarras en el disco? Me ha sorprendido por tu trayectoria.
Dani Vega: Sí, otro mini reto para mí: no hacer un disco guitarrero, aunque probablemente sea un caso aislado…
NTD: El sonido tiene una gran carga emocional, con influencias de Radiohead, alt-J y The National. ¿Pero cuáles son los sonidos o bandas que menos pensaríamos que te podrían haber inspirado también?
Dani Vega: Es que eso de la inspiración es un misterio. Blonde Redhead, Flaming Lips, My Bloody Valentine…
NTD: En tus composiciones, ¿qué surge primero, la letra o la música?
Dani Vega: La música.
NTD: Por todo tiene un toque muy personal. ¿Qué significado tiene para ti esta canción y cómo representa tu relación con tu hijo?
Dani Vega: Es una canción catártica en la que creo que he podido encapsular un sentimiento de amor verdadero hacia mi familia.
NTD: La canción Arrorró mi niño chico me ha traído muchos recuerdos, siendo yo también canaria. ¿Descubriste algo sobre su origen que te sorprendiera antes de trabajar en ella?
Dani Vega: Pude comprobar que hay muchas letras distintas y que no nos queda claro cuál es la original, si es que hay. Al final, usé la normativa, la que me cantaba mi madre, aunque con variaciones. También descubrí que no existía, al menos que yo sepa, una versión tan guitarrera como la que he hecho.
NTD: En la segunda parte del disco, la atmósfera se vuelve más apocalíptica y catártica. ¿Qué buscaste expresar con este cierre?
Dani Vega: La impotencia. Que no queremos utilizar las armas que tenemos para salvar la muerte geológica. Los intereses económicos son lo que prima, no la salud de nuestra casa. Me preocupa de verdad, me produce rabia y angustia, y lo canalizo como mejor puedo y sé.
NTD: En Se acabó la fiesta I y II, aunque se habla de cómo estamos acabando con el planeta, el sonido tiene un toque optimista, como si aún hubiera esperanza. ¿Es así? La letra dice: “Por favor, ponme condiciones”, como si aún pudiéramos hacer algo.
Dani Vega: El “ponme condiciones” me ha acompañado desde el inicio, sí. Es una manera de decir “limítame” o “dime hasta aquí”, que es un poco lo que acaba de pasar en València, desgraciadamente.
NTD: Ya que hablamos de lo apocalíptico, ¿qué película o libro de este género es tu favorito?
Dani Vega: Soy un cinéfilo empedernido, pero ese no es mi género favorito. De las que orbitan lo distópico, podría decir que Coherence o la serie Years and Years me parecen excelentes.
NTD: ¿Qué crees que harías tú en un escenario postapocalíptico?
Dani Vega: Comer pizza.
NTD: ¿Te ha sorprendido la reacción del público ante este trabajo tan honesto y personal?
Dani Vega: No, porque sé que el trabajo tiene una carga detrás donde está todo muy pensado y trabajado. Me ha gustado la reacción de la prensa.
NTD: Con Así de frágil es, ¿dirías que has alcanzado un tipo de paz interna o sientes que aún sigues en ese proceso de autodescubrimiento?
Dani Vega: Siento que tengo muchas ganas de seguir haciendo canciones. Nuestro mundo interior es infinito.