
¿Y si el post-punk marca Ian Curtis hiciera match con el pop británico heredero de The Smiths? ¿Y si el akelarre gótico ochentero renaciera en una mezcla entre El Último Vecino, Nueve Desconocidos, Shame y Fontaines D.C.?
Un revival necesario, un sonido que flirtea con los primeros U2 y los primeros The Cure, pero mirando de cerca a bandas como Décima Víctima. En su nuevo EP, ‘La Grieta’, la banda refleja un momento particular para la banda:
«Representan una etapa de la banda marcada por el malestar, la deriva y el colapso individual. Ha sido un tiempo difícil, pero creativo, donde la banda explora el lado más oscuro del post-punk, pero sin perder su carácter más melódico. La Grieta rompió profundamente, costó curar y hoy está totalmente cerrada»
Un nuevo EP que ve la luz vía Coequipier que da continuidad a «El año del descenso», el EP con el que se dieron a conocer hace dos años; pero dando una vuelta a su sonido, mucho más firme, melódico y conectando con una generación de artistas como Somos la Herencia, Alcalá Norte, La Culpa o Margarita Quebrada, que están ayudando a perfilar una idea completamente autóctona de post-punk patrio.