
La banda sonora de un colapso generacional : Been Stellar triunfan en su primera parada en Madrid. Sala Nazca. Junio 2025.
Es complicado brillar en una época en la que la juventud anda más preocupada de consumir contenidos de influencers pagados que de lo que acontece en el panorama mundial donde la incertidumbre y las fake news nos dejan un poco más ciegos de la cuenta y nos refugiamos en apagar nuestros cerebros. A pesar de que vivamos en un mundo de constante cambio y que las propuestas musicales que ganen no sean siempre las que nos gustarían (podemos extrapolar esto a tantos campos y no sólo musicales ¿Verdad?), hay esperanza cuando te encuentras de frente con bandas como los Been Stellar.
Aprovechando su paso por los Primaveras de Barcelona y Oporto, los de New York no perdieron la oportunidad de hacer su primera visita a la capital de la mano de Primavera Tours, afortunados nosotros, la banda se alzó con un todo vendido al límite de su fecha, y es que la expectación que provocaba el talento de estos pipiolos venía respaldado por el saber hacer de la marca Primavera, ya lo decían hace años y sigue siendo un modus operandi, las bandas de hoy que serán tus favoritas en el día de mañana, o algo así, disculpen la licencia.
Been Stellar funcionan en directo como una máquina perfectamente engranada, dentro de lo que llevan rodando, apuntan maneras para ser grandes. Su mezcolanza de rabia, optimismo y tristeza forman un cocktail emocional que nos trae a la mente bandas de la talla de The Pains Of Being Pure At Heart, American Football, Placebo o Pixies sin dejar de lado esa distorsión puro Sonic Youth, ese ramalazo dosmiles de unos Strokes e Interpol primerizos, o unos Diiv, unos Fontaines DC (¿sólo a mi me recuerdan a ellos en Start Again y en Manhattan Youth?), Beach Fossils o Bloc Party entrelazados, una buena amalgama intergeneracional.
Cerrar los ojos, alzar el espíritu, recibir la adrenalina en forma de melodías cuando resuenan los primeros temas de ‘Scream from New York, New York’, justo despúes de tararear ese ‘Perfect Day‘ que nos trasladaba tanto a los de Lou Reed como a lo facil que es montarte un día perfecto, bien lo sabía Wim Wenders. Para presentarse que mejor que un ‘Start Again‘ y un ‘Passing Judgment‘ con un berrido in crescendo. ¿Cómo suenan tan bien esas guitarras? ¿Cómo nos vuela la cabeza su distorsión? New York is Wasted, you start again.
Recién estrenado tenían su nuevo tema ‘Breakaway‘, y vino al pelo para presentarlo en la Nazca, sala que por cierto cada vez gozamos más en conciertos de esta índole. Un poco de mirar al pasado con ‘Manhattan Youth‘ y otro cuanto de algarabía con uno de los temas más celebrados de su debut en largo, ‘Pumpkin‘. Por debajo subyace la idea de New York como espectro emocional que sirve al quinteto como su fondo particular para este ‘coming-of-age’. Otras muestras de la potencia de la banda las pudimos observar en el estreno de temas de la talla de ‘Adored’ y ‘Always’.
La banda destila shoegaze, destina el punk más arty o el noise más compacto, los ingredientes son clave, raspado al punto de guitarra, contundencia a la percusión y bajos agravados, ensamblaje directo al epitálamo. La tracaf final , no fue exenta de carga emocional, ese hundimiento silencioso de ‘Takedown‘ o ese chapurreo de pensamientos y emociones que son espetados en ‘All In one‘ querer todo a la vez no es tan bonito, una saturación que va entrando hasta un clímax final como la vida misma. La impotencia emocional y ese rollo emo que también impera en la banda toma aún más sentido en como lanzan al público ‘I Have The Answer’. Casi al final nos tocó gritar a su lado, con el tema que da nombre a este primer largo, un agotamiento que podemos trasladar a nuestra ciudad, un lamento colectivo que quizás sirva para abrir los ojos ante la sucia poesía de los newyorkers…