23 abril 2024

jpg_nocheiguana_cartelLa función que se vivió en el emblemático teatro Zorrilla, se convirtió en un homenaje a uno de los actores más emblemáticos (valga la redundancia) y carismáticos de la capital del Pisuerga. El veterano actor Juan Antonio Quintana se vistió de si mismo, para recoger de la mano del gerente del teatro Enrique Cornejo, una placa para poner su nombre en la butaca número 2 de la fila 1, al lado de la butaca 1 que ya pertenece por derecho propio a otro de los grandes que se nos fue, pero que siempre estará con nosotros, Ricardo Vicente (un beso, allá donde estés…).

Se le quebró la voz al bueno de Juan Antonio, al recibir tan merecido homenaje y recordar a otros actores, que al igual que Ricardo Vicente nos dejaron para siempre (Ángel Rojo, Esther Izquierdo, Eduardo Usillos y el propio Ricardo, amigo y ayudante maravilloso, como dijo Juan Antonio).

La mayoría de los montajes que ha hecho Quintana los ha estrenado en el teatro Zorrilla. Con “El avaro”, uno de los espectáculos con el que más éxito alcanzó y le abrió la puerta grande de Madrid, llegó a realizar 60 funciones. Casi toda su vida teatral está ligada a este teatro, de ahí este pequeño pero emotivo homenaje.

Se presentó a recoger su premio, ataviado con el vestuario con el que daría vida a Nonno, el poeta que intenta perpetuar su vida a partir de la redacción de un poema, por no aceptar su muerte, en este montaje de “La noche de la iguana”.

Instantes después, con la emoción del momento por el homenaje, dio vida a su personaje con el buen hacer al que nos tiene acostumbrados, en una actuación emotiva y llena de sentimiento.

“La noche de la iguana” es una de las obras menos conocidas y menos representadas de Tennessee Williams. Quizá se la recuerda algo más por una versión cinematográfica que protagonizó Richard Burton en los años 60.

En esta obra intensa y en momentos con humor punzante, los personajes intentan buscar un acomodo, una cierta paz, dentro de la tormenta que hay en lo más profundo de ellos mismos.

Dentro de una escenografía realista y funcional (recreación de un chiringuito playero con sus palmeras y todo) se suceden los avatares de ciertos personajes que pasan por allí ocasionalmente o viven en el lugar. La dueña del hotelito-chiringuito es Maxine, bien interpretada por Pilar Velázquez, una madura, pero bella y sensual mujer (el personaje en lo físico le viene al dedo, porque belleza y sensualidad no le faltan a Pilar…) que quiere reordenar su vida y que vive con el deseo de disfrutar de ella con Lawrence Shannon, un cura alcohólico, vividor y mujeriego, que también quiere encontrar esa paz tan anhelada por todos los personajes. El personaje es interpretado por Tomás Gayo que hace una buena recreación del cura Shannon.

Con la aparición en escena de Ana Marzoa y Juan Antonio Quintana la obra adquiere mayor interés y expectación y se hace más entretenida. Ana Marzoa recrea un personaje muy sentido y con una sensibilidad especial, dibujado por la actriz de una manera muy natural y entrañable. Magnífica su actuación.

Con ella viaja su abuelo, el homenajeado Juan Antonio Quintana, bordando un personaje hecho a su medida. El bueno de Nonno lleva años componiendo un poema, que será el final de toda una vida, de ahí que demore en el tiempo el final del mismo, pero que encontrará la manera de terminarlo, para así poder irse en paz consigo mismo. Al igual que la propia Marzoa, se recrea en su personaje, dotándole de ese sentimiento y sensibilidad al que nos tiene acostumbrados el maestro Juan Antonio. Un personaje muy lírico que constantemente recita y habla muy quedo, pero que transmite mucha emoción.

El resto del reparto es un poco desigual, pero no desentona con la obra. Corrección y buen hacer sería el titular más acertado. Montaje funcional pero poco arriesgado.

Aunque el verdadero protagonista de la velada fue el señor Quintana, con ese particular homenaje anteriormente comentado y justamente merecido.

¡Enhorabuena Yepeto, mi más sentida felicitación!

Actores: Ana Marzoa, Pilar Velásquez, Tomás Gayo, Cecilia Sarli, Geli Alvadalejo, Mundo Prieto, Alexander Samaniego, Carlos Velasco, Con la colaboración especial de Juan Antonio Quintana
Dirección: María Ruiz
Tomás Gayo producciones
Escenografía: Juan Carlos Savater
Iluminación: Nacho Quintero

Teatro Zorrilla de Valladolid, Diciembre de 2009