26 septiembre 2025
nudozurdo madrid cronica
'Oscura Salvación' : Crónica del directo de Nudozurdo. Enero 2025. Sala But (Madrid)

El pasado 10 de enero de 2025, Nudozurdo nos espetaba su nuevo EP, ‘No Te Puedes Rendir, ante un público fiel de nuevo en casa, en Madrid, con un set alargado para la ocasión y enmarcado en la programación musical de Ochoymedio Club. Aún dando los últimos coletazos y recogiendo lo sembrado con ‘Clarividencia’ (Sonido Muchacho, 2024), la banda tenía cinco temas más con los que sumergirnos en su oscuridad particular, y su puesta en directo no pudo resultar mejor recibida, su épica dotada de alargadas instrumentaciones hacia el post-rock y el shoegaze volvió a ser una constante necesaria y vitalista en una fría noche de invierno.

 

La noche la abrían con dos temas de su último LP, ‘Carta a Nina’ y ‘La Isla Del Diablo‘, atmósfera digna para cualquier amante del shoegaze y la oscura intensidad, llevándonos por momentos a su lado más The Cure, bien fuera por esas extensiones instrumentales o por esa composición enrojecida. La rabia se servía de manera inmediata con ‘Conocí El Amor‘, ese trallazo de ‘Tara Motor Hembra‘ que hace temblar los cimientos de la estación de Tribunal desde la propia sala. Cuerdas celestiales, Leo Mateos poseído, banda arrollando y momentos de algarabía, flequillos al viento (el que lo tuviera) y cabezas ladeadas que encontraban el éxtasis en el nexo con ‘Ha Sido Divertido’, temas que podemos cantar de memoria pero que Nudozurdo logran impregnar de un clímax único y diferenciado en cada show, como tantos otros, reverbs y delays se dan cita con muros sónicos que amplifican aún más una propuesta úncia.
Pronto podríamos catar ‘No Te Puedes Rendir’ y ‘Cura De Humildad‘ en directo, pegada máxima, nuevos temas de referencia. Entre medias nos rompían con ‘Mil Espejos‘, ese particular disintegration de la banda, una nueva incursión en la sucia hipnosis de ‘Sintética‘, en esa atmósfera en la que la melancolía y el dolor hacen florecer especies raras de sentimientos.

Leo y los suyos nos llevan hasta ‘Crevillente‘ pasada una tormenta de la que aún nos seguimos quitando las lágrimas en forma de copo cristalino tras su interpretación, de nuevo clavada como el millón de agujas de ‘Úrsula, hay nieve en casa’. Tras llevarnos en volandas hacia donde ellos quieran se arrancan con dos de los temas fetiche para todo seguidor de Nudozurdo que se precie, ‘Prometo Hacerte Daño‘ y ‘El Hijo De Dios’ nos azotan una y mil veces, elevándonos a esa luz rojiza al final del tunel para volver de golpe a tierra.
Cerca de dos horas de show, como comentábamos, cita especial y en la que la banda, compacta, cómoda, limpia, engrandecida, poseía a los allí presentes a su antojo. A los bises llegaban algunos de los momentos álgidos, si es que no hubieramos tenido suficientes, recuperando ‘Dentro De Él‘, inyectándonos sus ‘Dosis Modernas‘, apabullándonos con la interpretación de ‘Hay que Matar a Ese Cerdo’ y arrollándonos con ‘El Diablo Fue Bueno Conmigo’. El bagage de Nudozurdo es patente, pocas bandas pueden presumir de tener una colección de temas tan contundentes como ellos, la madurez era esto, una reflexión vital a lo largo de su discografía como constante, para bien y para mal…

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