25 abril 2024

Steve McQueen relata en su último film Shame(2011) una de las enfermedades más infravaloradas de los últimos tiempos: la adicción a la pornografía. Si bien el cine siempre ha sabido iluminar las sombras de las debilidades humanas, esta vez prefiere que las sombras vayan esbozándose – para más adelante, tomar el control- en los espacios  ordenados y pulcros de la vida de Brandon Sullivan, un treintañero de éxitó interpretado por Michael Fassbender.

Inicialmente descrita como una rutina que podría confundirse con la de un hombre que gusta de los encuentros esporádicos, la prostitución y la masturbación; el film va profundizando en los caminos de su compulsión del mismo modo que el metro transporta a Brandon a través de la urbe de NYC, recorriendo los rincones comunes que utiliza para escapar y regresar a su obsesión: los muelles del Hudson o las interminables avenidas por las que hace deporte. La visita inesperada de su hermana Sissy (encarnada por una carismática Carey Mulligan), con la que mantiene una intrigante relación, supone un cambio de rumbo en la trayectoria de su vida, alterando su staus quo, planteándose incluso abandonar su hábito.

Incapaz, no obstante, de entablar relaciones personales -ya sea con una mujer por la que se siente atraído, su hermana o sus compañeros de trabajo- busca los rincones más abyectos de la ciudad, donde el dolor físico que experimenta es tanto más real que el propio orgasmo -solitario y vacío- que consigue con sus parejas sexuales.

Polémicas a parte, los desnudos del film no pecan de pornográfico, estando supeditados siempre al propósito del guión. Envuelta en una ciudada escenografía, la narración avanza sin prisas en escenas delicadamente construídas a base de largas secuencias de primeros planos para despertar la complicidad del espectador, emplazando el objeto que es el propio Brandon, siempre frío y de sonrisa intencionada, en el imaginario de su vida.

1 comentario en «‘Shame'(2011) – La polla o la vida»

  1. Lo malo de cierto tipo de actores es que acaben en el cine comercial… del malo digo, que también hay del bueno (“Malditos Bastardos” me encantó): Fassbender parece estar fuera de peligro, aunque nunca se sabe. Y la Mulligan… quizás sea pronto para opinar. No he visto la película aún, pero la banda sonora parece que apunta, por cierto.

    Me encanta el título… el del artículo. El de la película ya se lo podían haber currado tanto.

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