La cita nacional con la música de los 80 y los 90, Visor Fest, regresará los días 17 y 18 de septiembre de 2021 al Parque de l’Aigüera de Benidorm con una edición que promete convertirse en una de las citas indispensables del próximo año. James, The Waterboys, Teenage Fanclub, Mudhoney, New Model Army, The Posies, Lagartija Nick y Australian Blonde nos esperan ya en la ciudad del verano eterno.
Las entradas para Visor Fest 2021 se encontrarán disponibles desde hoy, jueves 17 de septiembre, a partir de las 10.00 de la mañana en la web de See Tickets. Y los primeros 200 abonos salen a la venta además al fantástico precio de 55 euros (más gastos de gestión).
Siempre cuidando su peculiar identidad de festival boutique, con aforo reducido y con un formato más cercano a los directos en salas que a los habituales en macrofestivales -esto es: conciertos completos, sin solapamientos, en un único escenario con un sonido impecable al aire libre- Visor Fest promete ser una de las sensaciones musicales del próximo año. No hay mejor noticia para un 2021 en el que todos esperamos reencontrarnos por fin con la música en directo. Al menos sin tantas restricciones como en estos momentos.
Y para festejar una cita tan señalada como ésta, no hay mejor plantel de invitados. Los británicos James es, sin duda alguna, una de las bandas más duraderas del indie rock, desde que se formaran allá por 1982 en Manchester. Clásicos imperecederos como “Come Home”, “Sit Down”, “She’s a Star” o “Laid”, entre muchos otros, demuestran que lo suyo, pese a encandilar temprano a leyendas como Morrissey y Johnny Marr -dos de sus primeros fans declarados-, nunca fue flor de un día.
Otros que siguen en plena forma son The Waterboys, artífices de ese auténtico himno generacional que es “The Whole of the Moon”, un tema que han versionado artistas tan dispares como Prince, The Killers, U2 y Fiona Apple, ahí es nada. Pero como los anteriores, los escoceses -con el incombustible Mike Scott al frente- no son una one hit wonder, como tildan a aquellas bandas solo recordadas por un éxito, sino que desde aquellos seminales “This is the Sea” o “Fisherman’s Blues” mantienen el listón en lo más alto, con obras tan aplaudidas como “An Appointment with Mr. Yeats” o el reciente “Good Luck, Seeker”.
Si hablamos de inspiración, pocos compositores nos han dejado canciones tan redondas como Jon Auer y Ken Stringfellow, los dos corazones que laten al unísono tras The Posies. Ejemplos máximos del power pop que dominó la escena independiente norteamericana en los maravillosos 90 -sus álbumes “Frosting On The Beater” y “Amazing Disgrace”, de 1993 y 1996 respectivamente, siguen siendo a día de hoy insuperables- The Posies siguen siendo el mayor exponente -y el de mejor estado de salud sobre los tablas- de aquella ola neo-revivalista que bebía los vientos por glorias como Big Star y que nos enseñó que las melodías adictivas y las armonías vocales no estaban para nada reñidas con los arrebatos eléctricos y la distorsión a tope de fuzz.
También desde Escocia nos llegará otra banda que, desde hace la friolera de treinta años, se ha ganado un lugar especial en nuestros corazones: Teenage Fanclub. Los de Bellshill han transcendido su estatus como banda de culto a ser uno de los valores indiscutibles de la escena independiente, todo un referente que hoy día sigue sumando nuevos adeptos. Nada extraño cuando en tu trayectoria brillan con luz propia discos de la talla de “A Catholic Education”, “Bandwagonesque”, “Thirteen”, “Grand Prix” o “Songs From Northern Britain”, por citar solo algunas de sus joyas infinitas. Tan veteranos como los escoceses son los norteamericanos Mudhoney. Considerados por muchos como la banda que puso los cimientos del grunge, los norteamericanos no llegaron a tener el impacto generacional-mediático-icónico de Nirvana (nadie lo tuvo, en ese movimiento) ni tampoco vendieron tantos discos como Pearl Jam o Soundgarden, pero fueron ellos quienes dieron el disparo de salida, quienes colocaron el primer ladrillo, quienes abrieron la espita. Fueron también el primer grupo que triunfó en el sello Sub Pop, la discográfica que desde Seattle impulsó y capitalizó la mayor parte de aquel movimiento, y en la que Mudhoney ha publicado casi la totalidad de su obra. Y si Mark Arm y compañía resultan indispensables hoy día para comprender un género en si mismo como el grunge, los británicos New Model Army también son mucho más que una referencia a pie de página en la historia del post-punk, los sonidos góticos y, si nos apuran, el metal. Siempre libres de ataduras estilísticas, los de Bradford pueden presumir de una dilatadísima trayectoria a sus espaldas que les ha deparado una devoción casi religiosa entre sus fans. Pero también pueden alardear de haber despertado una vez más el interés no ya de su fandom habitual, sino también de toda una legión de neófitos, con trabajos tan cercanos e inspirados como “From Here”. Pero no solo de ídolos internacionales vive el Visor Fest. Un festival que ha hecho del recuerdo de los 80 y los 90 su principal santo y seña tenía que contar, claro, con exponentes nacionales. Y menudos exponentes: Lagartija Nick y Australian Blonde. |
Los granadinos, que ya se juntaban desde 1987 para tocar temas de sus admirados Siouxsie & The Banshees, eclosionaron en 1991 con aquel “Hipnosis”, un disco hoy fundamental para entender la evolución del rock en nuestro país. Como lo sería, tan solo cinco años después, “Omega”, su magistral obra junto a otro genio como Enrique Morente. Y semilla de un legado sónico y un afán experimental que hoy día la banda -con la voz proclama de Antonio Arias al frente- perpetúa aún en álbumes como “Crimen, sabotaje y creación” o “Los cielos cabizbajos”.
Por su parte, los asturianos son también historia viva de nuestra escena independiente. Solos o en compañía de otros -tan ilustres como Steve Wynn– Australian Blonde llevan desde 1992 regalándonos múltiples alegrías. Más allá de haber convertido “Chup Chup” en el himno de toda una generación, Fran Fernández -ahora Francisco Nixon– y compañía (menuda compañía: primero Tito Valdés y Roberto Nicieza, luego Pablo Errea y Paco Martínez, y siempre Paco Loco) son grandes culpables de aquel movimiento denominado Xixón Sound, todo un revulsivo en nuestra escena y fundamental para entender el devenir de la música indie en nuestro país.