28 marzo 2024

Hidrogenesse es un grupo español cuyo primer EP incluía una versión de una canción de The Magnetic Fields, cuyo último EP consistió en reinventar cinco canciones del último disco de The Hidden Cameras y que ha participado en homenajes a Surfin Bichos y a Carlos Berlanga. Con tales referencias es imposible no prestarles toda la atención del mundo, y más, a cada uno de sus movimientos. El último se titula ‘Un dígito binario dudoso’ y es un homenaje al matemático Alan Turing, considerado uno de los padres de la computación. ¿Qué sería de Hidrogenesse sin ordenadores?

Carlos y Genís han tenido la delicadeza y el buen gusto de comenzar el álbum con una canción titulada ‘El beso’: “Esta canción es un beso para despertar a Alan Turing”. Como ellos mismos explican, Alan Turing, fascinado de niño por la película ‘Blancanieves’, decidió terminar con su vida a los 41 años mordiendo una manzana bañada en cianuro. Según el cuento, la única forma de despertar del hechizo es con un beso, materializado en esta bonita canción, que cuenta con una percusión imitando el sonido (“toc-toc”) de una puerta a la que se llama -la de Alan Turing, claro-.

Las canciones de ‘Un dígito binario dudoso’, llenas de detalles de este tipo, hacen un repaso por toda la vida del matemático: desde la temprana muerte de su mejor amigo de la infancia en ‘Christopher’, a la prueba que desarrolló para demostrar que las máquinas pueden pensar en ‘CAPTCHA Cha-Cha’, pasando por ‘Love Letters’, una traducción de las letras de amor que generaba un programa de la primera computadora de la Universidad de Manchester desarrollado para ello por Alan y su compañero Christopher Strachey.

httpvh://www.youtube.com/watch?v=OvWlRceGRv0

Aunque Hidrogenesse han demostrado un mimo por el detalle increíble, los resultados no siempre son igual de buenos que en ‘El beso’, y canciones como ‘Enigma’ -donde ponen de relieve la gran contradicción de que el gobierno le concediera una medalla de honor por su participación en la II Guerra Mundial, sin que nadie lo pudiera saber y, a la vez, fuera vox populi que se le había sometido a un tratamiento de castración química por ser homosexual- o ‘Love Letters’ son tan extravagantes que llegan a empañar lo romántico del concepto tras ellas.

Ahora bien, el disco termina de manera inmejorable. Primero, por la recuperación de ‘Un mystique determinado’, canción de su primer EP cuya letra es la traducción tal cual, hecha por un programa de ordenador, de una respuesta que dio Morrissey en una entrevista al ser preguntado por Manchester, ciudad en la que vivió Alan Turing -razones por las que viene muy a cuento recuperarla aquí. Segundo y más importante, por esa maravilla titulada ‘Historia del mundo contada por las máquinas’, una de las canciones más emocionantes que jamás ha firmado el dúo y que le pone a ‘Un dígito binario dudoso’ la dosis que necesita para contrarrestar -¡y con creces!- lo estrafalario que llega a resultar en muchos momentos. 7,2/10.