Con este calor casi rozando lo insufrible, necesitamos una corriente de aire fresco que nos alegre el día. Para ello, nada mejor que darse un chapuzón en el esperado disco de Years & Years: Communion.
Y decíamos esperado porque los londinenses ya nos habían puesto los dientes largos con una cuantos temas que han ido viendo la luz progresivamente. Years & Years, que había ganado el BBC Sound en enero de este año, se iban posicionando como uno de los grupos que más iba a dar que hablar este 2015.
La voz de de Olly Alexander (parece que este chico no conoce lo que es la pubertad, a juzgar por su registro vocal) es el vínculo de unión de trece cortes que son a la vez un refugio donde reina el frescor de la juventud más temprana. Sintetizadores, ritmos R&B y una clara apuesta por llegar a todos los públicos con tres de los pilares básicos de Communion.
A través de los amores y desamores del cantante, este Years & Years nos sumergen en un viaje refrescante en el que se van sucediendo temas tremendamente adictivos como “Whorship” o “Real” donde una misma frase se repite sucesivas veces hasta insertarse en nuestro cerebro para siempre (love, if I were to let you go).
Canciones luminosas como “Shine”, nos señalan el Trópico, donde nos espera la magnética “Take shelter” que, si, lo sabemos, incita al perreo, perreo. Y una vez atravesado el Ecuador del disco, es imposible no bailar al ritmo de la canción de escucha compulsiva “King” o “Desire”, dos de los temas que sirvieron de presentación de los británicos.
Pero donde hay luz, siempre habrá sombra y en esas zonas más umbrías del disco se esconden canciones con un marcado sabor R&B como “Eyes Shut” donde la similitud con Sam Smith se hace más que evidente.
Es cierto que estos chicos no han arriesgado demasiado, han decidido apostar por un sonido familiar, apto para todos los públicos y bastante adictivo. Pero no podemos negar que Years & Years han lanzado su álbum en el momento oportuno, para ofrecernos una fuente de aire fresco en plena época estival.
