29 marzo 2024

adulterios

Dentro de la no muy sorprendente programación del Tetro Calderón para la primera mitad del año 2009 en Valladolid pudimos ver el pasado 24 de Mayo la conocica obra de teatro de Woody Allen, Adulterios, en su versión de Nacho Artime dirigida por Veronica Forqué.

La obra, protgonizada por María Barranco y Míriam Díaz-Aroca se mostró correcta en las tablas del teatro Vallisoletano empezando por una escenografía sencilla pero efectiva que imitaba a un loft de Nueva York habitado por la adinerada psiquiatra protagonista de la historia. Barranco, que no paró de beber Martinis durante los setenta minutos de duración, realiza correctamente su papel, demostrando que es la actriz más potente del escenario en esta obra. Junto a ella está la mayor parte del tiempo Míriam Díaz-Aroca que interpreta a su amiga/traidora de manera excesivamente corporal y cargante. El resto de secundarios realizó sus cortas actuaciones sin mayor alarde (la obra tampoco lo pide) salvo el corto papel de Paloma Bloyd, quien se mostró claramente inferior a sus experimentados compañeros sacándonos de contexto por completo.

La dirección de Verónica Forqué, quien se enamoró del texto nada más leerlo según indicaban en el programa, no parece desentonar en ningún momento y, salvo los temas musicales elegidos, se puede calificar, de nuevo, como correcta, que no es poco, aunque se echa en falta algo de creatividad a la hora de sacar más jugo a esta jugosa historia de cuernos, mentiras y traiciones entre la típica mujer triunfadora, autónoma, confiada y la rubia tontita, sumisa y guapita de cara que Allen escribió.

Esta sencilla obra y su corta duración hacen alarde de la política del Calderón en el último semestre del año, obras simples, para toda la familia, del más puro teatro comercial… pero… ¿es esto lo que queremos para nuestra ciudad? Nosotros, sin duda, no.