25 abril 2024

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G.I. JOE: THE RISE OF COBRA (Estados Unidos 2.009, 118 Minutos, Acción)
Dirección:
Stephen Sommers.
Guión: Stuart Beattie, David Elliot y Paul Lovett; basado en un argumento de Stephen Sommers, Michael B. Gordon y Stuart Beattie; sobre los personajes de “G.I. Joe” de Hasbro.
Reparto: Adewale Akinnuoye-Agbaje, Christopher Eccleston, Joseph Gordon-Levitt, Byung Hun Lee, Sienna Miller, Rachel Nichols, Ray Park, Said Taghmaoui, Channing Tatum, Marlon Wayans, Dennis Quaid, Jonathan Pryce, Karolina Kurkova.
Fotografía: Mitchell Amundsen.
Música: Alan Silvestri.

Valoración: 4/10

Sinopsis: Una malvada corporación armamentística ha urdido un plan para hacerse con el control total del planeta sembrando el caos mediante unos sofisticados misiles. Los únicos que puede plantarle cara a los villanos y frenar la amenaza son los G.I. Joe, un supersecreto grupo de agentes especiales que preparados con la más alta tecnología, intervienen en las misiones más complicadas.

Crítica: Es duro admitirlo, pero a uno ya se le acaban las ideas. Se planta aquí, delante del teclado con la firme voluntad de hablaros de tal o cual película sin repetirse demasiado y no sabe cómo empezar. Siendo sinceros, ¿cuántas películas recordáis en los últimos cinco años con sinopsis prácticamente iguales a la que preside estas líneas? ¿Cómo poder aportar algo diferente en estas críticas cuando lo que se critica es invariablemente igual? Lo cierto es que parece ser que se nos intenta encandilar, y tal vez se consiga, con la misma fórmula una y otra vez. Tipos duros, chicas sexys, actitudes arrogantes, gente guapa, gente guay, gente vacua y malos malísimos. Los guiones se han puesto al servicio de la espectacularidad y la máxima no parece ser otra que hacer las cosas argumentalmente lo más sencillas posibles y visualmente lo más barrocas que permita la tecnología y el prespuesto del momento. Es decir, que no se valora el ingenio en un diálogo de más de dos frases lapidarias, pero se admiran e idolatran los lujos de la era digital. A pesar de que la reciente El Caballero Oscuro demostró que las tramas complejas y los personajes trabajados sí funcionan entre el gran público, Hollywood se ha tapado los oídos y ha preferido clasificarlo como la excepción a la regla. Por eso esta crítica de G.I. Joe es muy similar a la de otras que analizan anteriores superproducciones veraniegas. Porque G.I. Joe está concebida para ser otra superproducción veraniega cualquiera, con un guión y unos personajes enclenques y tópicos, mucha acción y adrenalina, y un reparto lleno de músculos y curvas. Lo que debemos agradecerle a Sommers es tal vez la honestidad de dejar las cartas boca arriba desde el primer minuto, rodar una presentación que muestra con claridad las intenciones de la futurible saga y reducir al máximo el metraje. G.I. Joe puede despetar un serio dolor de cabeza debido a su incansable montaña rusa de tiros y golpes, pero al menos no agota empeñándose en mantener al público otra hora más en el asiento sin ningún motivo argumental. A pesar de este panorama, en el que la brevedad de una jaqueca es marcado como el factor más favorable de una cinta, aquí seguiré. Esperando a que llegue alguna superproducción que realmente merezca llamarse así no sólo por el número de ceros invertidos y recogidos. Que sea como aquellas de la vieja escuela, que te escupían del cine embadurnado de la sensación de haber contemplado un espectáculo único y original, y no una excusa más para poner a prueba el límite del copyandpaste.

por Pablo Gutiérrez