28 marzo 2024

Antony

Hace ya casi dos años y medio el museo de arte moderno MoMA de Nueva York encargó a Antony Hegarty la realización de un espectáculo en el que combinase sus propias canciones con el arte visual que eligiese. Para ello se ayudó del artista lumínico Chris Levine, del diseño de luces de Paul Normandale y del escenógrafo Carl Robertshaw para crear Swanlights, una pieza única que representa los valores que luce Antony en su obra a una escala no vista hasta la fecha.

Ahora, afortunados de nosotros, el Teatro Real nos ha traído el evento en cuatro fechas consecutivas los días 18, 19, 20 y 21 de julio, esta última añadida hace apenas un mes dado que estaban agotadísimas las entradas para el resto de sesiones.

Una vez cada asistente ocupó su butaca y comprobó cómo esquivar las cabezas que tenía delante para poder ver el escenario (caso de un servidor), comenzó el espectáculo con una figura solitaria delante del telón bajado, disfrazada y con largas extensiones en las manos imitando unas alas, las batía como un pájaro proyectando su sombra en el telón de fondo.

AntonyTras la introducción apareció Antony ataviado con una toga blanca, en el centro de una escena simple, toda de color blanco, y culminada en el techo por una montaña de cristales de cuarzo invertida. En principio parecía poco espectacular, pero el truco estaba en una serie de artefactos situados en el suelo que reflejaban haces de luz de distintos colores emitidos desde el techo o las paredes, y que según la forma del reflector y el ángulo con que incidía el haz formaban en el fondo distintas figuras abstractas en movimiento. Por mucho que lo describa, hay que verlo para apreciarlo. Un trabajo impresionante que daba un resultado espectacular. Más adelante el telón se levantó y descubrió otro telón traslúcido tras el que se intuía el movimiento del director de orquesta. En la recta final este telón también se retiró para mostrarnos a la orquesta del Teatro Real, encargada de agasajar la voz de Antony.

Hasta aquí una breve descripción de la parte visual, pero ninguno habríamos pagado la no barata entrada de no ser por las canciones que esperábamos escuchar. La voz de Antony Hegarty emociona en sus discos, pero en directo llega adentro y consigue erizar la piel y anudar la garganta. Nos deslumbró con un setlist formado por temas de sus cuatro discos de estudio, desde Cripple And The Starfish – mi favorita, intensa y potente a la vez que delicada – pasando por la emotiva For Today I Am A Boy y llegando hasta Swanlights, que da nombre al evento. No podemos pasar por alto la siempre sorprendente cover de Crazy In Love de Beyoncé, solo similar en la letra porque voz, instrumentación y tempo son un mundo aparte. Ya en los bises deslumbró el cierre con Crying Light y el último regalo de You Are My Sister, preciosa aun sin la ayuda de Boy George.

Más de una hora de derroche vocal sin parangón, de disfrute visual y auditivo, de goce general. Solo podemos deshacernos en palabras ante este espectáculo delicatesen que nos han ofrecido Antony & The Johnsons y el Teatro Real, y uniros al resto del público en un atronador y largo aplauso.