La música para DeLaurentis y Naë, dos fenómenos del pop electrónico francés, es un asunto familiar. Ambas se nutrieron en su infancia de la dedicación musical de sus progenitores y experimentaron a temprana edad con la música, antes de convertirla en una vocación profesional. Consolidadas en el panorama cultural francés saltan de su país a España para ofrecer dos conciertos en la Sala de Cristal de Teatros del Canal el 27 (DeLaurentis) y el 28 de octubre (Naë), propiciados por la colaboración entre Teatros del Canal y el Instituto Francés.
La querencia por la electrónica, en el caso de DeLaurentis es más acusada que en Naë. DeLaurentis ha conseguido crear la conexión perfecta entre la mujer y la máquina; la pieza que faltaba por encajar entre la música electrónica y el pop. Ello se manifiesta en su disco más reciente, Unica, término que da nombre al concierto que ofrece en Teatros del Canal, Unica goes live! Unica es un disco conceptual en el que DeLaurentis funde dos voces, la suya propia y otra codificada a través de la máquina. A través de ella crea una música que busca emociones.
De pequeña, DeLaurentis, originaria de Toulouse, acompañaba a su padre en los conciertos que daba este pianista de jazz, de manera que muy joven empezó a componer. Estudió en el conservatorio y musicología en la universidad y a los 24 años descubrió la música asistida por computadora y una máquina llamada push. Fue la puerta que le abrió el camino de la electrónica.
Con el tiempo, la investigación y la experimentación, DeLaurentis se ha convertido en una “mujer orquesta”. Produce, compone, crea e interpreta. En su electrónica es notorio el peso de la influencia cinematográfica de autores como Max Richter, Ruychi Sakamoto, Brian Eno, Johan Johansson y sobre todo Laurie Anderson, un referente en la creación de la música electrónica.
DeLaurentis emplea sintetizadores contemporáneos y vintage mezclados con piano, loops y arpegios que crean espacios sonoros en tornos a sus melodías.
Originaria de Burdeos, Naë creció en una mezcla musical nutrida por su familia, como DeLaurentis, pero en su caso en mayor medida, ya que su padre es un guitarrista aficionado en una banda de rock, su madre una amante de la música, y sus hermanos, fanáticos del rap y el rock. De modo que no resulta nada extraño que aún niña, con once años, se abrazará al piano.
Comenzó a componer sus primeras canciones antes de unirse a varias bandas de rock durante sus años en la escuela secundaria, y luego probó suerte en el r’n’b y el soul. También como DeLaurentis su inquietud se ha manifestado de forma múltiple, como compositora, intérprete, autora y cantante.
En 2018 lanzó su primer EP, en inglés, No Fears (2018). Entre el soul electrónico y el pop, estas 5 primeras canciones compuestas entre amigos la condujeron al EP Nombreuse, como titula su actuación en Teatros del Canal, lanzado el pasado mes de marzo. Sus canciones revelan las emociones de una joven dispuesta a creer en el amor y a temer su sufrimiento; aunque más que canciones o pop electrónico, sus temas son cápsulas de emociones: las de una joven de su generación, fuerte y a veces frágil, que convierte su melancolía en una fuerza.
