23 abril 2024

Sorprendente es la mejor palabra que describe esta serie de superhéroes Marvel. Sorprendente, fresca y atrevida. Hace ya más de dos años se empezó a publicar en este nuestro país el proyecto de Brian K. Vaughan y Adrian Alphona. La premisa no era precisamente sencilla: Pretendían crear un grupo de héroes completamente nuevo, sin conexiones con los héroes que pululan por el ya sobrecargado Universo Marvel, sin siquiera vivir en la gran manzana, la ciudad que tiene más personajes con mayas y armaduras por metro cuadrado. De este modo nos encontramos con un grupo de adolescentes unidos por el un destino un tanto cruel, un destino al que se oponen como buenos adolescentes en contra de la norma impuesta que son. La serie se comenzó a publicar bajo un sello Marvel llamado Tsunami, el cual pretendía (como bien explica Julián Clemente en el Spot On del primer número) ser un sello orientado a captar nuevos lectores más jóvenes y sobre todo público femenino, menos dado a este tipo de cómic en su mayoría. La serie brilló con luz propia desde un primer inicio, no sin pasar por algunos sustos como su cancelación, aunque menos mal que esta fue temporal gracias a las ventas de los tomos recopilatorios de la serie.

Pero ¿Porqué iba a interesar a alguien esta serie? Buena pregunta. Desde luego no es por sus grandes luchas en plan Vengadores, o por los trajes de los personajes, los cuales ni siquiera tienen uno (sí, van siempre con ropa de calle, pero a la moda eh? que no se diga). La serie retoma un poco la idea original de Marvel en sus inicios con Spider-man: Un grupo de jóvenes que de repente tienen en sus manos un poder que pueden usar para cambiar las cosas. Y sabéis, un “gran poder…”. No quiero contar nada de la trama porque esta es una serie que se disfruta más si te pilla todo de sorpresa. Pero para ir abriendo boca… El grupo formado por 6 jóvenes se une cuando descubre el terrible legado que les aguarda. Juntos deciden enfrentarse a las mentiras que los adultos que los rodean han ido sembrando durante toda su vida. Ahora sólo les queda ser fugitivos y arreglar todo aquello que consideran que está mal en su ciudad, Los Ángeles, aunque sea sólo por llevar la contraria. En el grupo nos encontramos de todo, desde un mutante hasta un alienígena, pasando por un mago de artes arcanas y el mítico líder de grupo, que sin poderes es capaz de organizar a todos los demás. Incluso hay un dinosaurio, y no, no da está metido con calzador. La verdad es que en estos dos años el grupo ha cambiado bastante. Algunos de sus miembros han muerto, pero muertes de verdad, nada de las míticas que nadie se cree. Y, por supuesto, nuevos miembros se han unido. La serie avanza mostrándonos a unos personajes inseguros sólo como unos adolescentes pueden ser, enfrentándose a la realidad por muy poco que les guste y, sobre todo, relacionándose entre ellos, evolucionando y creciendo. Ante tus ojos ves como esos personajes pierden inocencia y ganan experiencia. Al releer los primeros números te das cuenta de cómo Vaughan a conseguido que sus personajes hayan tomado vida propia.

Y es que el guión de la serie, gracias a Vaughan, es una de sus grandes bazas. A parte de ser fácil de leer, con diálogos en ocasiones geniales, cada número está impregnado con un repertorio casi inagotable de referencias a la cultura popular de las últimas décadas. Desde series míticas de televisión, hasta grupos de música actuales, pasando por la propia cultura interna del universo que acoge a la serie. Todo esto no hace más que dar más fuerza a los personajes y hacerlos más cercanos. En el apartado gráfico nos encontramos con el dibujo estilo Amerimanga de Alphona. Un dibujo sencillo pero treméndamente expresivo que le sienta como un guante a la serie. Vemos como Alphona hace que cada personaje quede perfectamente definido con su propio estilo y gestos. Puede que al principio choque su estilo, pero al final te acabas dando cuenta de que no había otro mejor para la serie.

Y ahora las malas noticas, o buenas, según se mire. Lo malo es que el equipo creativo que ha dado vida a la serie, la ha hecho crecer y madurar hasta convertirse en toda una referencia en el panorama Marvel actual (desde mi punto de vista, por supuesto) se marcha. La buena noticia es que es nada más y nada menos que le maestro Joss Whedon. Desde luego nuestros adolescentes traumatizados no podrían estar en mejores manos.

No quisiera despedirme sin poner una de la mejores frases de toda la serie en boca de una de los mejores personajes que tiene, Gertrude:

Todos los adultos son culpables de algo.

Y tú ¿de qué eres culpable?

Nos leemos.