La primera regla del club de lucha es que no se habla del club de lucha.
Un joven oficinista, trabajador en una empresa de automóviles, camarero y en ocasiones proyeccionista de cine, acude a menudo a sesiones grupales de enfermos de cáncer con el propósito de aumentar su autoestima a costa de la tragedia de las historias ajenas.
La segunda regla del club de lucha es que no se habla del club de lucha.
Harto de una rutina que no le aporta más que una cierta estabilidad económica, decide crear un grupo de lucha en el sótano de un bar, sin otra intención en principio que dar rienda suelta a sus preocupaciones a base de puñetazos y patadas.
La tercera regla del club de lucha es que cuando alguien dice basta o resulta herido, aunque esté fingiendo, se da por terminada la pelea.
El grupo de lucha va creciendo hasta convertirse en cita obligada para todo joven varón que no quiera dejar de presumir de cicatrices el lunes en la oficina. Esta popularización del club es la que lo convertirá en una empresa incontrolable, y su radicalización lo llevará a una situación de la que no será fácil salir.
La cuarta regla del club de lucha es dos hombres por combate.
En una sociedad sin convicciones morales nítidas, el club de lucha se presenta como la alternativa a la corrosiva rutina de unas conciencias alienadas por el consumismo sin tapujos, donde la actitud nihilista parece la única vía de escape. Dos hombres, dos sociedades, dos conciencias.
La quinta regla del club de lucha es un combate cada vez.
La radicalización del club de lucha da lugar al Proyecto Mayhem o Proyecto Estragos, que es la traslación de ese inconformismo a la lucha contra el sistema establecido.
La sexta regla del club de lucha es nada de camisas ni zapatos.
En el Proyecto Estragos no existen las excusas ni la mentira, no admite preguntas. Lo banal sobra.
La séptima regla del club de lucha es que los combates duran lo que haga falta.
Ataques anti-sistema, conciencias alienadas, peleas sin tregua. Club de lucha es una historia de chicos malos que no están dispuestos a dejarse llevar por una sociedad que les ofrece todo y no les da nada al mismo tiempo.
La octava regla del club de lucha es que si ésta es tu primera noche en el club de lucha, tienes que luchar.
Club de lucha (Fight Club, 1996) es el primer libro de Chuck Palahniuk, escritor norteamericano que ha sido considerado discípulo aventajado del taller de Tom Spanbauer (The Man Who Fell In Love With The Moon, 1991). En 1999, David Fincher dirigió la adaptación cinematográfica homónima, protagonizada por Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter.
