La gira del 40º aniversario de The Stranglers nos visitará en abril. Si como nosotros tuviste la suerte de ver ese directo impecable que se marcaron en el fib 2011 , coincidirás en que la banda nunca se ha bajado de la cresta de la ola. Imparables y efectivos al 100% Los ingleses volverán en 2014 de manos de Houston Party para demostrar aquello de ‘la experiencia es un grado’.Históricos pero dando mucha guerra. En abril podrá constatarse, porque a principios de ese mes The Stranglers nos visitarán (Barcelona, Madrid y San Sebastián) para pasar el rodillo de sus cuarenta años de carrera, ese cilindro de rock con la sangre hirviendo (todavía) que sacó la cabeza cuando allá por 1976, cuando ya llevaban dos años de existencia, telonearon a los Ramones y a Patti Smith en sus primeros conciertos británicos, pero que por más que pase el tiempo no pierde empaque. En su último disco hasta la fecha, “Giants”, del año pasado, hay cero muestras de nostalgia y aplatanamiento. Adocenarse no ha sido nunca lo suyo: aunque se les encuadró entre los precursores del punk del Reino Unido, fueron eso y también han sido mucho más, de manera que rechazaron sentarse en la comodidad de esa etiqueta.
Ahí van las palabras de su bajista, Jean-Jacques Burnel, en ese sentido: “Pienso en nosotros como parte de aquel primer punk porque vivíamos en la misma flora y fauna que él, pero me gustaría creer que The Stranglers no solo éramos los más punk, sino también algo más”. Sus primeros discos (“Rattus Norvegicus”, “No More Heroes”, “Black And White”, su cosecha 1977-78) los establecieron como clásicos de aquella época, y también como polémicos e indomables por su actitud combativa contra los medios. Con “The Raven” (1979) giraron hacia terrenos musicales más complejos, como corroboraron luego con el conceptual “The Gospel According To Meninblack” (1981) y con “Feline”(1983), el primero en el que metieron guitarras acústicas y ritmos electrónicos, con mucha influencia musical de la Europa continental. Mente abierta, la suya. Los 90 supusieron su travesía del desierto, tras la marcha del vocalista Hugh Cornwell, pero con la entrada del nuevo siglo renacieron a partir del álbum “Norfolk Coast” (2004), cuya canción “Big Thing Coming” les supuso su primera entrada fuerte en listas en catorce años. Ese disco y los dos de después, “Suite XVI” (2006) y el antes citado“Giants”, han confirmado que de su curso, el de la “punk explosion”, son los mejor vacunados contra el óxido. Aunque este nunca duerma, no los ha pillado aún. Veintitrés singles y diecisiete álbumes en el Top 40 británico después, en 2014, coincidiendo con su 40º aniversario y con el orgullo intacto, repasarán su vasta trayectoria sobre nuestros escenarios, en repertorios que recorrerán toda su producción.
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