Uno nunca termina de acostumbrarse al hecho de que un grupazo como Ellos tenga tan poco tirón entre el público vallisoletano, lo que nos hace preguntarnos, cada vez que vienen a nuestra ciudad, qué estará haciendo toda esa gente que agota las entradas para Love of Lesbian -¿qué son Love of Lesbian al lado de Ellos, por Dios?- dos días seguidos. Ya sabemos que no van a llenar el Polideportivo Pisuerga -que es lo que, en realidad, merecen sus canciones- pero, ¿tampoco la sala Black Pearl?
La parte positiva: es un lujo ver a Ellos tocando prácticamente para ti solo, desgranando ese repertorio sin mácula que tienen. Comenzaron con ‘Dicen que te vas’, acabaron con ‘Lo dejas o lo tomas’ -¡mejor acogida incluso que ‘Diferentes’!- y, entre medias, pudimos recordar lo buenísima que es ‘Cerca’, lo mucho que a los fans del dúo les gusta ‘Campeón’, el trallazo en directo que es ‘Hasta el final’ y comprobar cómo no nos equivocamos al destacar ‘Lengua viperina‘ en nuestra sección de canciones de escucha compulsiva. Con un Guille Mostaza estupendo en su papel de maestro de ceremonias -el contrapunto perfecto a su compañero Santi Capote, atrincherado detrás de los bafles, a lo Carlos Berlanga-, y contando anécdotas de su adolescencia en Valladolid y de sus encuentros y desencuentros con cierta cantante y actriz española, la novedad de esta “gira indi” son las proyecciones, que incluyen fragmentos de series y películas ochenteras, a Lina Morgan y hasta a Iñaki Urdangarín. En un momento dado del concierto, Guille Mostaza bromeó diciendo que Ellos no hacen “hits” sino “hist”. Será eso lo que despista a la gente: ayer, todos estos “clásicos” estuvieron un poco huérfanos de público.