El pasado cinco de junio se cumplieron diez años de la muerte de Carlos Berlanga y desde notedetengas hemos querido homenajearle recordando diez de las canciones que compuso, una por cada año de ausencia. Habida cuenta de que sus canciones con los Pegamoides y con Dinarama están lo suficientemente reivindicadas hoy en día, tanto por parte de sus ex-compañeros en dichas formaciones como por el musical-tributo que se está preparando en torno a su figura, nos centraremos únicamente en su etapa en solitario, a partir del año 1990.
10. En el volcán (El ángel exterminador).
Tras la brusca ruptura con sus dos compañeros de grupo, Carlos Berlanga inicia su andadura en solitario con unos cuantos reproches hacia ellos bajo el brazo. De ‘En el volcán’, en concreto, se ha dicho que está dedicada a Alaska (¿Qué culpa tengo yo de que estés haciendo el paripé?/ ¿Qué culpa tengo yo de que seas un bicho cruel?). Sea cierto o no, lo que sí es seguro es que Fangoria tuvieron un bonito detalle al hacer una versión de este tema -que, por otro lado, es una canción pop perfecta- para el disco homenaje que editó hace dos años, precisamente, la discográfica El volcán.
9. El ángel exterminador (El ángel exterminador).
Exactamente igual que la aversión que Carlos sentía hacia lo siniestro fue uno de los detonantes de la disolución de Alaska y los Pegamoides, en 1989 la historia se repetía con Dinarama y las desavenencias entre sus tres miembros en cuanto al rumbo que debía tomar el grupo. Alaska y Nacho atravesaban una etapa acid bien reflejada en el último álbum de Dinarama, ‘Fan Fatal’ -se puede considerar el primer álbum de Fangoria, según comenta ella-, con la que Carlos no se sentía identificado -en ‘El ángel exterminador’, canción, Carlos Berlanga confiesa estar harto de seguir las modas-. A pesar del cruce de demandas entre unos y otro -Carlos intentó impedir que Alaska y Nacho tocaran sus canciones en directo-, según cuenta Mario Vaquerizo, Carlos Berlanga le puso a su primer álbum en solitario el título de ‘El ángel exterminador’ porque se sentía como los protagonistas de la película de Buñuel de mismo nombre -encerrados en una habitación que, sin razón aparente, no pueden abandonar-: queriendo dejar de colaborar con sus dos antiguos compañeros, pero sin poder dejar de hacerlo. Por otro lado, siendo hijo de quien era, resulta bastante natural que el mundo del cine influyera en su obra como lo hizo durante toda su carrera.
8. Indicios de arrepentimiento (Indicios).
En 1994 aparece el segundo álbum en solitario de Carlos, ‘Indicios’, afortunadamente reeditado en 2003 por el sello Austrohúngaro. A diferencia de su debut, para el que escribió las letras en solitario -Cuando dejé el grupo pasé una época muy crítica a la hora de hacer canciones porque siempre las había hecho con Nacho y me costó mucho trabajo hacer las letras yo solo, comentó él mismo y lo cierto es que esto se dejó notar bastante: su primer disco es, con diferencia, el menos interesante de los cuatro-, en esta ocasión contó con la ayuda de Paloma Olivié a la hora de componer. Los resultados no pudieron ser mejores e ‘Indicios’ es su disco con mayor número de buenas canciones. Además, sirve de estupenda muestra de sus filias musicales, con una versión de ‘La funcionaria’, de Vainica Doble -tema que inspiró letras como las de ‘La funcionaria asesina’ o ‘La cajera’- y otra de ‘Aguas de março’, de Antonio Carlos Jobim, a dúo con Ana Belén. El álbum se abre con uno de los mejores temas, ‘Indicios de arrepentimiento’, que además empieza con una de sus frases más atinadas: Ser prudente de más/ es tan malo como no serlo.
7. Lady Dilema (Impermeable).
¿Puede haber una canción más elegante que ‘Lady Dilema’? Tan sofisticada como divertida -el título es un juego de palabras con Lady Diana-, la letra tiene como protagonista a una joven entre cuyas virtudes no se encuentra ni mucho menos la de la determinación. El cine o la televisión, la playa o la ciudad, el nylon o el tergal son algunas de las disyuntivas a las que tiene que hacer frente en este tema, utilizado en 2008 para una campaña promocional del Tesoro Público. Aunque no se me ocurre mejor manera de quitarle el encanto de golpe y porrazo a una canción, seguro que Carlos, tan preocupado por vender discos -otro de los motivos de discordia con sus ex-compañeros fue el empeño de éstos por adentrarse en el underground y vender 500 ejemplares-, hubiera estado más que feliz con la promoción.
6. ¿Qué sería de mí sin ti? (Indicios).
La separación de las Dinarama no se debió exclusivamente a razones musicales. Sin entrar en consideraciones acerca de lo difícil que puede hacerse el trabajo con una persona aficionada a tomar determinadas sustancias, parece que ni siquiera la actitud hacia la fama y el dinero unía ya a los tres componentes del grupo. Este distanciamiento se hizo evidente en los ’90: mientras Fangoria hacían una versión de ‘Money is Not Our God‘, de Killing Joke, para su segundo álbum, Carlos, por su parte, componía ‘¿Qué sería de mi sin ti?’, una oda al dinero en toda regla -Carlos sólo pensaba en eso, llegó a decir Nacho-. La canción, concebida como la segunda parte de ‘La funcionaria asesina’, fue precisamente la elegida por las Nancys Rubias, grupo del marido de Alaska, para el citado disco homenaje a Carlos. Una elección muy lógica, tanto por el carácter hedonista y desenfadado de las Nancys, como por lo reivindicable del tema en sí.
Grande siempre Don Carlitos Berlanga. Recuerdo verle en la plaza mayor de valladolid en el año 83 a mis doce añitos. Como fan que ya era entonces me tragué toda la prueba de sonido y por supuesto el conciertazo! Todavía se llamaban Dinarama + Alaska.