
El “profeta” se coló entre lo mejor del año pasado con “Night Surfer”, un discazo con el sello propio del rock clásico con el que llegó a la madurez de una carrera que arrancó en los ochenta con los míticos “Green On Red” y que continuó
en solitario desde los noventa. Ya lo tuvimos recientemente por nuestras tierras versionando magistralmente el “London Calling” de los Clash, y ahora – gracias a los amigos de Houston Party- tenemos la fortuna de contar con su rock honesto y de estar por casa de este genio hermanado artísticamente con tipos de la talla de Elliott Murphy, Tom Petty, Josh Rouse o Alejandro escovedo. Todo un clásico, vaya.



