Hay novelas que solo pueden arrancar en verano. O, en concreto, en los veranos de la infancia. Porque únicamente bajo esas condiciones –la libertad total de tiempo, la posibilidad de estar en la calle, la inocencia de las primeras veces– se puede gestar un amor inolvidable. También por eso nos gusta tanto este tipo de obras: porque ¿quién no querría volver a sentirse así (aunque sea a través de la ficción)?
Esos son los ingredientes que utiliza la escritora italiana Giulia Baldelli en nuestra nueva novela: El verano que nos queda. Aunque pueda sonar a tópico, desde Dos Bigotes advierten que este es uno de los mejores libros que han publicado en estos nueve años.De hecho, la obra ha recibido excelentes críticas en su país y es finalista a varios premios de las letras italianas.
Giulia Baldelli es una excelente narradora que, además de contar ese amor de manera cautivadora, consigue aportar un enfoque original: no son dos, sino tres los personajes protagonistas. «Tres es el número perfecto para una novela sobre las relaciones modernas», apuntó en su día el diario La Repubblica.
Pero no nos adelantemos. La historia comienza con Giulia y Cristi, que se conocen en la década de los 90 cuando pasan juntas varios veranos en un pequeño pueblo de la región de Las Marcas, en Italia. Como señaló el diario Il Foglio, una época «donde todo (o casi todo) tenía otro sabor, otro color, otro olor».
Giulia, decidida y racional, queda fascinada por Cristi, frágil y salvaje, quien le inspira algo más impactante y ardiente que la amistad. Cristi también se siente atraída por Giulia, pero sus ojos buscan constantemente a Mattia, un muchacho que parece entender su naturaleza libre de una forma más profunda.
Tras una serie de veranos salpicados de celos y juegos junto al río, los tres, llegados al umbral de la adolescencia, se separan. Diez años después, Giulia y Cristi se reencuentran en Bolonia y estalla el amor que nunca olvidaron. Pero, de nuevo para perturbar su equilibrio, Mattia reaparece. Desde ese momento, sus apasionadas vidas quedarán unidas para siempre.
