28 marzo 2024

oscuro1En el oscuro corazón del bosque – reseña: Entramos en el teatro Calderón de Valladolid y tras el telón aparece ante nosotros una típica estampa otoñal, cálida, acogedora, como si de un cuento para niños se tratase, evocando el mundo barroco del pasado. Con una mesa, un par de sillas de jardín y una manta de hojarasca seca que cubre todo el escenario, nos cuentan la historia de dos gatos viejos arraigados a su hogar, el cual van a derribar. Los sentimientos afloran cuando rememoran los tiempos felices con sus amos, cuando jugaban con los niños y cuando sufrían con los mayores.

Esta es la historia de una familia rota por la muerte contada a través de los ojos de esos gatos, unos gatos humanizados que hablan de la vida, y de la naturaleza que sigue su curso, con un paralelismo entre la vida animal felina y la humana, haciéndonos ver que no se diferencian tanto entre ambas. Pero esto no es lo único que sucede en escena; a la vez una pareja de jóvenes se ven envueltos en una historia al mas puro estilo shakespeariano: chica oculta bajo disfraz de chico que está secretamente enamorada del otro, hasta que se arma de valor para hacerle ver su real forma de mujer. La obra se carga de emociones y poesía escénica a través de la música de Mozart y las palabras de Marco Aurelio además de una delicada iluminación, movimientos y sonidos felinos y connotaciones circenses con toques de humor en medio de la decadente historia principal.

En cuanto al elenco actoral destacamos a Beatriz Bergamín, como gata vieja, y Héctor Colomé, como gato viejo. Puede que la presentación de los personajes en la primera escena, al principio no tuviera mucha fuerza por parte de Beatriz, pero poco a poco va cargándose del ambiente y la historia haciéndola suya. Por parte de Héctor Colomé, desde un primer momento se nota su seguridad en escena, esa impresionante voz y esos logrados movimientos achacosos de la edad, haciéndonos ver a ese gato castigado por la vida, que quiere un retiro espiritual, cazar a su ratón enemigo y vivir tranquilo sepultando los recuerdos, en que un día fueron jóvenes y felices.

La aparición de los muchachos que realizan la mudanza de la casa, muestra la historia de amor paralela a la felina, con abundante humor y una muy buena actuación por parte de los dos protagonistas: Roberto Pérez e Itxaso González. Aportan mucho movimiento a la escena y nos proporcionan esa vía de escape cuando los temas de la historia principal son tristes y desoladores. Una obra muy detallista y con una estética muy cuidada con vestuario muy llamativo recordándonos a las fábula de donde sacar muchas enseñanzas de la vida.

En el oscuro corazón del bosque los protagonistas nos llevan de la mano haciéndonos partícipes de sus sentimientos, haciéndolo creíble, eso que cuesta tanto muchas veces, con sensaciones que van brotando de cada palabra y cada recuerdo. Paralelamente estamos ante dos historias de amor: una que cierra su curso ante la vejez y el cerco del horizonte de la vida, y otra que comienza al descubrirse y encontrar un nuevo sentido a sus mundos. Es merecido por ello el reconocimiento que se otorgó el mismo día del estreno de la obra en Valladolid a José Luís Alonso de Santos como Embajador del Teatro Calderón. Una bonita historia para salir con un dulce sabor de boca.