27 abril 2024
Fer García

El artista guipuzcoano es conocido por su colaboración en proyectos musicales como la banda de Diego Vasallo, The Byrons y The Young Wait. Ahora, con “Bleak Portrait”, presenta un nuevo trabajo que refleja su evolución artística como compositor, guitarrista y productor, una obra de siete canciones mucho más atmosférica, abierta y arriesgada.

Fer García ha dado un nuevo paso en su carrera, afirmando su plena autoridad al lanzar su primer álbum en solitario, “Bleak Portrait”. ¿Qué motiva a un artista que ha colaborado durante décadas con otros músicos a finalmente decidirse por su propio proyecto? La respuesta parece residir en el anhelo de alcanzar territorios inexplorados, de expresarse de manera auténtica y de encontrar su voz propia en un panorama musical saturado.

Lo ha hecho desde su propio estudio Green Farm Recordings y con siete canciones perfectamente bien compactadas, un emprendimiento en solitario que explora hasta el límite la independencia interpretativa, reservando solo una excepción para la destreza de Jesús Aramberri en los teclados.

En el crisol de su soledad, han nacido notas sin dueño ni ataduras pero mostrando su maestría con las cuerdas, modulando estructuras y dinámicas, armonías y disonancias. Hoy viene a contarnos de dónde emanan estas melodías, a veces más minimalistas y otras más enérgicas, a veces con voz y otras sin ella, pero también sobre la situación absurda en la que vivimos en la música del streaming y que le ha llevado a no querer incluir su obra en las plataformas. Lo puedes escuchar y comprar a través de su Bandcamp. Fer García no ha perdido un ápice de su pasión por lo que hace, con un talento siempre en estado de gracia.

 

NO TE DETENGAS: Se te conoce por participar en proyectos como la banda de Diego Vasallo, The Young Wait y The Byrons, entre otros. ¿Qué te llevó a dar el paso de lanzar tu primer disco en solitario, “Bleak Portrait”?

FER GARCÍA: Principalmente, fue la creación de las nuevas canciones, ya que no tenían nada que ver con lo que ya había hecho y publicado anteriormente. Después de terminar el disco en mi propio estudio, me dije: “Esto no es para The Young Wait”. Así que me pregunté si ya era hora de iniciar otra andadura.

 

NTD: Además lo has hecho como compositor y productor. Yo me lo guiso como yo me lo como. ¿Cómo dirías que esta doble responsabilidad influyó en el proceso creativo del álbum?

FG: Estaba en un proceso de cambio, no buscaba repetir o recurrir a ninguna fórmula por la que ya hubiera pasado antes. Normalmente la voz era el inicio de cualquier composición y mandaba como protagonista en otros trabajos. Esta vez no tenía que ser así si quería ver un verdadero cambio. Decidí dejarla en un plano secundario, como si dijera “tu turno llegará si es que llega”. No me importaba que hubiese voz en algunas canciones y en otras no. Quería explorar esa libertad y tratarla simplemente como otro instrumento más. En cuanto a la atmósfera del sonido del disco, me aventuré a experimentar con diferentes elementos sin miedo alguno. Mezclé cajas de ritmos con batería en algunas partes, utilicé sintetizadores, diferentes tipos de guitarras con distintas texturas y amplificadores con variados ataques y brillos. Todo esto se enmarcó en un concepto general, sin que nada o ninguna regla actual me limitara. En mi estudio Green Farm Recordings, siempre intento fomentar un sentido de inconformismo creativo junto a otros artistas, explorando nuevas ideas para evitar caer en lo obvio y lo estándar, incluso si eso significa desviarse de lo que suele ser seguro y familiar.

 

NTD: Y este nombre, “Bleak Portrait”, retrato sombrío en español. ¿Representa algún período de sombras o introspección, o fue más bien una elección aleatoria?

FG: Ha sido como un letrero que coloqué al finalizar la obra, es decir, no me planteé llamarlo así hasta ver lo que había hecho. Creo que representa más el ambiente general del disco, que es oscuro pero muy compacto, y que refleja lo que en ese momento pensaba y quería que fuera. No es un retrato de mi persona, sino más bien un retrato de las sensaciones que experimentaba en ese momento.

 

NTD: No obstante, sí has contado con Jesús Aramberri, háblanos un poco sobre su aportación.

FG: Con Jesús, aparte de ser un muy buen amigo, ya había trabajado en The Young Wait y necesitaba de él la parte más clásica en lo que se refiere a pianos, órganos etc. así que le propuse colaborar en algunas canciones. Hizo un muy buen trabajo, como siempre.

 

Fer García
NTD: Y la portada ha sido diseñada por tu hijo. ¿Qué edad tiene? ¿Cómo surgió esta entrañable colaboración?

FG: Un día, ya en la fase de mezcla, estaba metido en este proceso y mi hijo Adrián de 7 años, que estaba a mi lado con mi ordenador portátil, usaba un programa de diseño que a él le encanta. Yo estaba a lo mío y él a lo suyo, cuando de repente giré la cabeza y vi que estaba creando este diseño y le pregunté qué era y me dijo que eran unos minerales. En cuanto lo vi, pensé inmediatamente en usarlo para la portada del álbum. Él me dijo: “Tengo más diseños”. Los revisamos, pero nos decidimos por este. Cuando le confirmé que sería la portada, se emocionó mucho, y aún más, cuando supo que se fabricaría en formato físico.

 

NTD: La crítica habla de comparaciones con Marc Ribot, Bill Frisell o Thurston Moore. Por aquí, añadimos a un Mark Lanegan engullendo a Tangerine Dream. ¿Qué te parece?

FG: Salvando las distancias, me halagan mucho que me citen con estos nombres ya que tengo obras suyas ya que admiro mucho. Lo que creo que podemos tener más en común, es esa inquietud de buscar y colaborar con nuevas formas de creación artística. Me gusta descubrir e inspirarme en gente especial.

 

NTD: Quiero conocer esos discos del Fer García de hace 15-20 años. ¿Qué escuchabas cuando eras adolescente y qué escuchas ahora?

FG: Bueno, tendría que hacer un gran esfuerzo de memoria ya que empecé a tomar en serio la música a partir de los 10 años. Recuerdo claramente mi primer vinilo comprado, “In Rock” de Deep Purple, y a partir de ahí se abrió todo un nuevo mundo de artistas de diferentes géneros: heavy metal, punk, rock, pop, jazz, blues, música clásica y sus diversas fusiones. Creo que esta diversidad musical me ayudó a comprender muchos conceptos. Hoy en día, sigo explorando tanto nuevos como antiguos artistas, igual que entonces. Actualmente me interesan mucho las obras de Manuel Göttsching y Ash Ra Tempel, Hugo Race, Daniel Lanois, Brian Eno, David Sylvian, pero también no dejo de escuchar a los clásicos como Grant Green, Shuggie Otis, Terje Rypdal, John Abercrombie, Kenny Burrell y muchos otros.

 

NTD: Hay algo de abismal y cinematográfico en este disco además de lo que hemos hablado. Canciones con letra y sin letras. Un atmósfera sonora que combina esa tensión eléctrica con arreglos, sintetizadores, etc. Cuando lo miras ahora con perspectiva, y piensas en asumir un nuevo trabajo, ¿te decantarías por esta experimentación o te irías por otros derroteros?

FG: Lo de cinematográfico ya me lo habían comentado y me gusta, ya que a veces cuando estoy escribiendo y/o grabando, proyecto en mi mente una serie de imágenes que a su vez pueden utilizarse como ayuda o guía. Dichas imágenes me facilitan de cara a si alguna canción iría arropada de algún video o no. Lo que sí creo que este disco puede marcar de cara a futuras creaciones, es un comienzo a la experimentación sin límite alguno, sentirte libre del miedo a probar con elementos que jamás hubiera pensado en ellos. De todos modos cada creación es un estado que solo se percibe y toma forma cuando te pones a ello.

 

NTD: La canción “Gordon” cierra tu álbum con un tono más luminoso y acústico. ¿Qué te llevó a dedicarle este espacio final en el disco a Gordon Lightfool y cómo crees que encaja con el resto de las pistas?

FG: Parte de la estructura ya estaba creada pero inacabada desde hacía tiempo y le faltaba algo, cierta orientación. Durante el proceso de grabación de “Bleak Portrait”, ocurrió lo inesperado: el fallecimiento de Gordon Lightfoot, uno de mis referentes. Entonces, me invadió la necesidad de hacer algo, un humilde homenaje o dedicación, lo que me guió a finalizar esta canción. Parece como si estuviera esperando por ello. Creo que encaja perfectamente, y claramente abre la posibilidad de incluir otros elementos en futuras creaciones. Nunca cierro la ventana del todo, me gusta que entre el aire.

 

Fer García

 

NTD: Consideras que este viaje musical en solitario te ha enseñado algo nuevo o te ha dejado alguna lección que puedas aplicar en futuros proyectos

FG: Totalmente. He aprendido y disfrutado de muchas cosas nuevas. De hecho, si no fuera así con cada obra, pensaría que tengo un serio problema. Este disco, aparte de ser muy personal, es un logro de haber dado con la siempre y muy difícil tecla. La búsqueda de crear algo propio era y es algo que está siempre muy presente en mi mente. He aprendido algo muy importante: disfrutar de esos momentos íntimos, en una bendita soledad que me ha permitido explorarme y conocerme algo más por dentro, para luego intentar plasmarlo en una grabación.

 

NTD: ¿Hubo algún momento durante la creación de “Bleak Portrait” en el que sintieras que habías alcanzado el equilibrio perfecto con las siete canciones del álbum? ¿O fue más bien una decisión consciente desde el principio tener exactamente siete pistas en el disco?”

FG: No quería un disco largo ni tampoco un E.P., más bien algo intermedio, siete es un buen número, pero solo es un número igual mañana hago un disco de tres canciones pero de larga duración, no lo sé.  Para mí más que el número era importante el qué y el cómo, no el cuánto. Cuando dije que ¨ya estᨠes cuando lo escuché de un tirón y vi completada la obra, ese concepto que tenía en mente.

 

NTD: Me he dado cuenta de que tu música actualmente solo está disponible en formato físico a través de Bandcamp y no en plataformas de streaming. Háblanos sobre esta decisión.

FG: Fue una decisión meditada y elaborada. Me di cuenta de que al ofrecer mis proyectos anteriores en streaming, estaba “regalando la obra” y perdiendo mucho más que solo dinero. Perdía la emoción, el riesgo y el esfuerzo de crear algo y valorarlo. Decidí probar otra forma, según mi propio entendimiento. También me hice algunas preguntas: ¿Si quiero acceder a un libro, debo comprarlo en una librería, alquilarlo en una biblioteca o pedir prestado el de alguien más? ¿Y qué pasa con el cine, donde pagas para ver una película? Antes, la música seguía un proceso similar, pero ¿por qué ya no es así? ¿Por qué el acceso a la música se ha vuelto tan accesible? ¿Acaso meterse en un estudio, contar con el tiempo de técnicos y músicos, junto con tu propio tiempo, no tiene ningún coste o valor económico, mientras que los actores, directores, editoriales y escritores sí lo tienen? Creo firmemente que el “dinero” en estos casos valora el esfuerzo, la dedicación absoluta y la dignidad de tu obra. Por supuesto, puedes regalarla a quien quieras, pero pisotearías su dignidad al relegarla al cubo de la basura del streaming.

 

NTD: Bonus track: una pregunta totalmente random, ¿Qué artista te gustaría que tocara tu puerta en los próximos 15 minutos?

FG: Uff, muchos y la mayoría han pasado a la otra vida, pero si esta pregunta solo me diera una única opción esperaría el ¨knock,knock¨ de  Bill Frisell.

Fer García

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