Nick Drake, un enigma musical entre las sombras, dejó este mundo hace décadas, pero su eco persiste en cada acorde de su desgarradora obra. Nacido en 1948 en Rangún, Birmania, bajo la influencia musical de su madre, Molly Drake, el destino de Nick tomó un rumbo turbio. Su vida fue un acto de resistencia musical en una época de estridencias, y su desaparición prematura en 1974 dejó a la escena folk británica con un vacío imposible de llenar.
Inmerso en un paisaje sonoro íntimo y poético, Drake desafió las expectativas convencionales, pero su genialidad pasó desapercibida durante gran parte de su vida. Tan solo después de su trágico adiós a los 26 años, el mundo despertó a la realidad de un talento incomprendido. Descansa en la iglesia de St. Mary Magdalene en Tanworth-in-Arden, un lugar que ahora atrae a aquellos que buscamos entender la melancolía que dejó tras de sí.
Hoy queremos recordar, en el 49 aniversario de su fallecimiento, la fragilidad de la genialidad y la oscura belleza de su música. En este tributo a Nick Drake, explorararemos tres de sus composiciones más impactantes, arrojando luz sobre la complejidad de su arte y la sombra insondable que proyectó sobre la música folk.
“River Man”, navegando las aguas de la identidad y la modernidad
“River Man”, una de las perlas del repertorio de Nick Drake, no es solo una canción, es un viaje por las corrientes tumultuosas de la identidad y la lucha contra la modernidad. Drake, ese tipo cuya guitarra hablaba más que cualquier entrevista aburrida, era un maestro en pintar atmósferas que te agarraban de las entrañas. Te dejaba sintiendo cosas que no sabías que estabas guardando en tu propio fuero interno.
En este tema, Drake no te lleva a un paseo tranquilo por el río; te arroja a las aguas turbulentas de su mente. La protagonista, Betty, se enfrenta a una encrucijada, y no es la típica indecisión sobre qué zapatos ponerse, es una elección que puede cambiarle el juego por completo. Betty busca respuestas del “hombre del río”, como si este fuera el oráculo de las orillas de Cambridge.
La guitarra de Drake te golpea como diciendo: “esto no es un paseo de domingo, amiga”. Betty quiere liberarse, encontrar su camino hacia la luz, pero como nos recuerda Drake con su melancólica maestría, a veces el río de la vida no te lleva a la verdadera libertad.
“River Man” está incluida en su álbum “Five Leaves Left”, que fue lanzado en 1969.
“Northern Sky”: melodía envolvente de anhelos profundos
“Northern Sky” la icónica composición de Nick Drake, destila una melancolía atemporal que lleva dejándonos perplejos durante décadas. Lanzada en 1970 como parte de su álbum “Bryter Layter”, la canción permanece como una joya etérea en el repertorio del artista. Con su característico estilo de guitarra y tono nostálgico, la canción explora temas de anhelo, conexión y la búsqueda de significado en un mundo que cambia más rápido que los planes de un gánster en fuga.
En su esencia, “Northern Sky” es una oda al amor, descifrando el enredo emocional humano y el deseo de una conexión genuina. Sus letras pintan un retrato vívido de alguien que busca un vínculo auténtico, expresando su vulnerabilidad con versos como “¿Me amarías por mi dinero / Me amarías por mi cabeza?”. La naturaleza introspectiva de esta canción permite que la gente se apropie de la canción, se ahogue en su melancolía y anhele conexiones más reales, porque todos buscamos desesperadamente algo auténtico dentro de este caos.
La canción se enriquece con metáforas naturales que evocan las estaciones cambiantes y la inmensidad del mundo. La habilidad de Drake para tejer imágenes de la naturaleza añade una capa de profundidad, transmitiendo tanto la belleza como la fugacidad del amor.
“The Thoughts of Mary Jane”: el enigma entre notas de Nick Drake
No es ningún misterio que a Nick Drake le gustaba la marihuana. En “The Thoughts of Mary Jane” Nick Drake nos invita a un viaje introspectivo en los misteriosos pensamientos de Mary Jane, un nombre que sugiere más que una simple figura femenina. La canción, imbuida de la característica ambigüedad de Drake, es un delicado tejido de sugerencias sobre la dualidad de Mary Jane: ¿una figura humana o la personificación del humo de la marihuana?.
Drake, maestro de la poesía sutil, juega con las metáforas al describir los “brillantemente coloreados anillos” de Mary Jane, un enigma que puede referirse tanto a los aros en los dedos de una mujer como al resplandor psicodélico producido por la marihuana. Este juego de interpretaciones se extiende a cada línea de la canción, desde la curiosidad sobre la sonrisa de Mary Jane hasta los sueños que se despliegan en el transcurso de una milla.
La canción, meticulosamente arreglada por Robert Kirby con su distintiva línea de flauta y cuerdas cálidas y zumbantes, resuena en la dualidad de su significado. En “The Thoughts of Mary Jane” Nick Drake desata su genio poético, dejando que cada oyente hile su propia historia en un tapiz de sugerencias crudas y reales. Este tema también está incluido en su álbum debut, “Five Leaves Left”.
Las canciones de Nick Drake han sido interpretadas por diversos artistas a lo largo de los años subrayando su perdurable influencia en la música contemporánea. Os comparto esta fascinante lista de Spotify que hemos encontrado, donde se recopila a uno de los cantautores más melancólicos de todos los tiempos, interpretado por algunos de sus seguidores con mayor talento, entre los que se encuentran Keren Ann, Swans y Placebo, entre otros. También incluimos una que is missing del gran Paul Weller.
