Anoche la sala Sol tornó más luminosa si cabe con la presencia del explosivo DJ y multiinstrumentista puertorriqueño Pachyman. Desde el instante en que se apoderó del escenario, destacó por su energía arrolladora y su evidente deseo de hacer bailar al público madrileño.
Los ingredientes fueron claros, su presencia, su ‘cerebro’ desde donde lanzar bases instrumentales de todo tipo, teclado y melódica. Desató un set atronador de Dub, reggae y shanking e hizo que fluyera la serotonina en nuestros cuerpos durante algo más de una hora. Como estar protagonizando el mítico pasaje ‘Lovers Rock’ del Small Axe de Steve McQueen, el ritmo frenético del puertorriqueño cautivó tanto a los habituales del género como a aquellos que veníamos a experimentar su performance por primera vez. ‘Sale El Sol’,’Lovers’, ‘Destroy The Empire’, balanceo y bailoteo que era transmitido a un público que se mecía a su antojo, ‘Nua!’,’Goldline’, ‘Switched-On’, ‘You Looked At Me’, fueron cayendo, haciendo buen repaso del artista a ese mágico álbum que es ‘Switched-On‘
Pachyman era completamente consciente de donde estaba, con un discurso musical claro, un mensaje actual más caribeño que nunca. A veces canta, las que menos, otras veces no, ni falta que le hace, nos lleva por donde quiere simplemente con sus hipnóticos ritmos.
Su extravagancia es mínima, nada calculada como otros artistas similares que lo hacen al milímetro (por ejemplo, Lee “Scratch” Perry:), como una especie de pantera negra puertoriqueña, el peculiar músico se metía a todos en su bolsillo. ‘Trago Coqueto’ y ‘All Night Long’ eran algunos de sus temas de despedida, celebrados y poseidos por su ritmo hasta el final. El poder de atracción, heterogéneo, consiguiendo hacer comulgar a un gran elenco de público de todo tipo en una sala El Sol casi repleta un martes de marzo. Hay esperanza.
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