Paul Weller, Deftones, Richard Hawley Nothing But Thieves, Finneas, Foals y Jamie Cullum se unen al Mad Cool Festival. Si la semana pasada se anunciaban los primeros grandes nombres y otros artistas de la talla de Pale Waves o Wolf Alice, esta semana le ha llegado el turno a bandas a las que hay muchas ganas de volver a ver pisar terreno nacional como es el caso de los Deftones o Jamie Cullum, estilos variopintos y una nueva apuesta por el festival por tirar de nuevos clásicos y de grandes nombres de la música, como es el caso del modfather. Si alguno ya estaba desfibrilando por el tono post-millenial de los primeros nombres, el festival vuelve a hacer hincapié en su apuesta por el rock y por contentar y fusionar a un público variopinto que pueda descubrir nuevos estilos y disfrutar de sus favoritos. Ésto no para y en las redes sociales del festival puedes ir empapándote de lo que el festival madrileño nos va a ofrecer en esta nueva edición.
El nombre de Paul Weller, cantante, guitarrista y compositor, es sinónimo de calidad desde que fuera icono mod en la era del post punk la new wave al frente del trío The Jam. Desde su debut en 1977 hasta su separación en 1982 lograron colocar la friolera de 18 singles entre los primeros puestos de las listas, con algunas canciones como “That’s Entertainment” que fueron auténticos himnos generacionales. La siguiente etapa al frente del dúo Style Council, junto al teclista Mick Talbot, en el periodo comprendido entre 1983 y 1989, significó una sofisticación de su propuesta, con una zambullida en el soul, y también una toma de conciencia política con canciones emblemáticas, como “Walls come Tumbling Down”, que denunciaban el conservadurismo de Margaret Tatcher. En la misma época militó en el colectivo musical Red Wedge, liderado por Billy Bragg, favorable al Partido Laborista. Su carrera en solitario se inició a principios de los años 90 con un álbum de título homónimo que fue como una vuelta a las raices, con una fuerte influencia del rhythm & blues de los sesenta y sin perder el contacto en el funk que marcó su etapa posterior. Fue el preludio de una edad de oro plasmada en los discos “Wild Wood” (1993) y “Stanley Road” (1995), el álbum más vendido de su carrera, en el que colaboran Steve Winwood y Noel Gallagher de Oasis, acreditándolo como padrino del brit-pop. Ahora vuelve con su nuevo disco y un estado de forma que ya quisiéramos alguno de más de 30.