Segunda tentativa de escribir lo que escribiría si escribiera es el título de uno de los fragmentos de Doctor Pasavento, el libro recomendado esta semana desde esta sección. Con esta frase se resume la literatura de su autor, Enrique Vila-Matas, escritor de escritores, lector empedernido, genial narrador de la huida a ninguna parte.
La historia del doctor Pasavento es la historia de la renuncia a todo lo renunciable o, lo que es lo mismo, la exaltación a la opción de pasar desapercibido. Superando cierta nostalgia al reconocimiento literario, el doctor Pasavento hace todo lo posible para seguir existiendo sin ser molestado, lo cual le lleva a pretender anularse a sí mismo, convertirse en el no escritor, ningunearse hasta el cero absoluto.
… También he sentido nostalgia de cuando iba a librerías de Barcelona y contaba los minutos que pasaban hasta que alguien me reconocía. Cuando eso sucedía, me mostraba seco ante quien me había abordado, como si me huberan interrumpido en plena meditación trascendental. Y, sin embago, no podía sentirme más satisfecho de haber sido abordado.
Y también he recordado que los amigos y conocidos no leían mis libros y sí en cambio los leían los desconocidos, que eran quienes encontraban interesante mi mundo, no así los amigos ni los conocidos, que, por lo visto, daban por sabido lo que yo escribía o, mejor dicho, ya tenían suficiente con tener que soportarme…
La literatura de Vila-Matas (Barcelona, 1948) está formada por una extensa obra narrativa, con títulos como París no se acaba nunca, El mal de Montano, Bartleby y compañía, El viaje vertical o el más reciente Exploradores del abismo, de los cuales alguno más traeremos a esta sección. Como él mismo dice en un artículo que ya hemos puesto aquí, simplemente trata de inventarse con sus libros un nuevo lector.