Russian Red y One Little Plane, Sala Borja 28.11.08

Aforo completo en la sala Borja para ver a nuestro pequeño fenómeno indie nacional. Puede que sus canciones no sirvan para la radio-formula y que nunca la veamos en esas galas casposas de la tele que tanto nos gustan donde la gente se lo pasa tan bien con los playbacks de shakira, nec, Juanes, etc. pero que Russian Red esta en el momento álgido de su popularidad es innegable: esta misma semana ha entrado en el puesto #25 de la lista de ventas de Promusicae, después de medio año de salir a la venta su debut ‘I Love Your Glasses‘, posiblemente ayudada por su aparición en prime time en el programa El Hormiguero (donde la dejaron cantar y poco más), ademas de llevar varias semanas en el top de la Fnac y en iTunes entre los más vendidos.

Aunque sería después de la banda telonera: One Little Plane, nombre tras el que se esconde, como Lourdes Hernández con Russian Red, Kathryn Bint, una americana afincada en Londres que nos venia a presentar su debut “Until”.
Con una estática considerable que molestaba en los silencios (se querrían acercar al low-fi?) fue desgranando las canciones de su disco que en una ligera escucha no llama mucho la atención y provoca la sensación de single continuo, de estar oyendo la misma canción.
En directo la cosa no mejora mucho, la voz de Kathryn se defiende muy bien (a pesar de los extraños gestos que pone al cantar) y recuerda por momentos a la preciosa Natasha Khan de Bat For Lashes, las percusiones trabajadas del disco están muy bien reflejadas en el concierto pero el problema de fondo es esta estructura muy similar de las de las canciones, un slowcore que ya quisiera parecerse al de Low, con ocasionales aproximaciones al noise en el desarrollo final de alguna canción (bien metido, porque no estaba en el disco) pero sin llegar a culminar en nada.

Tras el obligado descanso por fin era el turno de la esperada Lourdes. Con un hombre menos en su banda (Charlie Bautista, que estuvo acompañando la semana pasada a Rosenvinge no se acercó esta ocasión) entre ella y Manuel Cabezalí se apañaron para hacer el set. Era gracioso ver a Manuel alternar entre la guitarra y la batería sin soltar la primera, pero todo sonó bien.

Sobretodo la impresionante voz de Lourdes, mucho mejor en directo que en el disco, que tiene una producción que no la termina de convencer ni a ella.
Usando la acústica, pero también la eléctrica -había que suplir el miembro de menos- y para un par de temas un xilófono portátil que parecía de juguete (acrecentando su imagen aniñada e inocente que disparó una miríada de flashes) fue repasando su famoso debut con este aire acústico, un poco country, un poco folk.
Enamorándonos a todos con los emocionales ‘Walls are Tired’, ‘Nice thick feathers’, pasando por los obligados singles y regalando alguna nueva composición como ‘Things can only happen…’ o ‘The Letters’, aunque eché de menos la que parece la mejor de sus nuevas canciones, ‘Fantasía’ que mostró en los conciertos de radio3, se mostró muy segura a pesar de lo tímida que parece y nos dio una buena demostración de que no solo es una voz y una cara bonita.
En fin, que adorable.

El punto negativo lo encontramos de nuevo en la iluminación de la sala Borja , totalmente plana sin ninguna calidez, demasiado iluminado para One Little Plane y demasiado poco para Russian. Por no hablar de echar literalmente al artista iluminando las luces antes de tiempo y ser incapaces de volver a poner algo de color a petición expresa desde el escenario, se ve que cuando lo hirieron fue pulsando accidentalmente algún botón y no sabían cual era.

Foto de alterna2, de un concierto en el Palau de la Música de Barcelona.