28 marzo 2024

Triunfo de Jardiel y Juan Carlos Pérez de la Fuente
Qué maltrato sufrió el bueno de Jardiel Poncela durante su época, se le tildó de todo, se le fusiló intelectualmente hablando, por sus posturas o declaraciones y no se le reconoció como uno de los grandes dramaturgos de nuestra literatura, ya que se le consideró afín al régimen y eso fue en detrimento de su calidad literaria.

Enrique Jardiel Poncela fue uno de los grandes, de finísima pluma que ironizó de la sociedad española como nadie y la caricaturizó como buen dibujante, con hilarantes descripciones de personajes y desternillantes y absurdos diálogos llenos de sátira.
Juan Carlos Pérez de la Fuente lo ha recuperado para el teatro en nuestros días y de una manera acertadísima, con un montaje muy original y lleno de esa fina ironía de la que era maestro Jardiel.
Juan Carlos Pérez de la Fuente se ha lanzado a la aventura Jardielesca con la brillantez que le caracteriza y con ese estilo personal que le ha hecho ser uno de los grandes del panorama teatral español.
Desde su marcha del Centro Dramático Nacional, siempre ha querido hacer esos montajes que no le dejaron hacer y desde su productora se ha embarcado en esos proyectos que él anhelaba. El resultado desde luego ha sido el deseado por parte del director, ya que sus espectáculos se cuentan entre los mejores que se pueden ver en los escenarios españoles.

Angelina o el honor de un brigadier, sin ser de las mejores obras de Jardiel Poncela, resulta poderosamente fresca y moderna desde la visión de Juan Carlos Pérez de la Fuente. Con una preciosista y colorida puesta en escena, con telones pintados y candilejas, el dibujo creado por el director es muy cómico, ayudado por las interpretaciones de todos los actores que forman el equipo actoral.
Fina ironía y sátira por los cuatro costados, con un texto en verso que declaman graciosamente y perfectamente sus intérpretes y que por medio de un magnífico entrenamiento gestual, dibujan finamente sus escenas, resultando muy plásticas y originales.

La obra resulta sumamente entretenida, donde público joven y no tan joven se divierte de lo lindo, sin preocuparse lo más mínimo de que este texto pudiera resultar trasnochado o que la literatura de Jardiel no fuera para premio nobel. Pero sí es un divertimento inteligente, resuelto con inteligencia por su director.
Todos los intérpretes están a la altura, donde Chete Lera ejerce de magnífico brigadier ultrajado y Carolina Lapausa caricaturiza perfectamente una niña que no se entera de la misa a la media.
Muy dinámico y vistoso el juego de luces, así como muy bien utilizado el espacio escénico y bien aprovechado el espacio sonoro.
En definitiva, divertimento inteligente de una obra de antaño, con trazas de gran montaje de hoy.

Dirección y escenografía: Juan Carlos Pérez de la Fuente

Reparto: Chete Lera
Soledad Mallol
Sergio Otegui
Carolina Lapausa
Luis Perezagua
Zorión Eguileor
Carmen Arévalo
Daniel Huarte
Pablo Blázquez
Samuel Señas
Ana del Arco
Laura Cabrera

Voces en Off: Carles Canut y María Teresa Campos

Vestuario: Javier Artiñano
Iluminación: José Manuel Guerra