Sinopsis: Chelsea es una acompañante de lujo solicitada por los hombres más ricos de Nueva York. Pese a que el sexo forma parte de su profesión, la realidad es que muchos de ellos tan sólo buscan compartir con ella sus miedos frente a las próximas elecciones presidenciales y la crisis que afecta a sus negocios. Esto lleva a Chelsea a replantearse ciertas cosas sobre su propia actividad profesional. En miras de un mejor futuro, Chelsea decide escribir un libro sobre su día a día. Para intentar sacar adelante su plan acepta una cita con un atractivo guionista por el que empieza a sentir algo, un factor que pondrá en peligro su relación con Chris, su novio, un chico con sus propias ambiciones con el que lleva conviviendo un año y medio y al que no parece importarle demasiado su profesión.
Crítica: Cual Houdini, Soderbergh se plantó un buen día, dio un puñetazo en la mesa, dijo aquello de hasta aquí hemos llegado y frente a los ojos de muchos, desapareció. Cual prestidigitador de masas, Soderbergh se ha escapado a un plano mágico de la realidad, libre de las convenciones del cine comercial y ha empezado a hacer lo que le sale del alma. Desde entonces ha anunciado varias producciones de bajo presupuesto, rodeado de gente poco convencional y con metas de lo más humildes. Entre ellas estaría The Girlfriend Experience, en la que no le tembló el pulso para anunciar que Sasha Grey, toda una celebridad del porno, sería su protagonista. De lo anticipado por muchos en aquel momento, ese tórrido erotic thriller con la Grey haciendo lo que mejor sabe, nada de nada. Soderbergh y Grey se sientan y charlan sobre sentimientos, miedos y ambiciones durante poco más de una hora y cuarto. El cineasta no habla de sexo, sino de unos individuos desamparados en busca de un momento de compresión íntima, sea o no auténtica. De libertad bajo las sábanas blancas en las que las confesiones se quedan atrapadas entre el sudor del último polvo. De esa experiencia en la que una extraña se convierte en la novia ideal. Con esta pesada carga en sus espaldas, la confesora deja el tedio ocasional de su rutina y se obsesiona por los terrores comerciales de sus clientes. Chelsea / Grey, se ve poco a poco sobrepasada por las circunstancias de su hasta ahora próspero negocio, y que en esos tiempos del nacimiento de la crisis, empieza a percibir como un sector en caída libre en el que ya no se ve tan sexy, guapa, sofisticada, culta e inteligente, sino tan vulnerable como sus propios clientes. Chelsea tiene entonces que sobrevivir a la crisis comercial, a la competencia más joven, más alta y más guapa, a los cabrones de turno y a sus propios sentimientos, esos que en su trabajo debe ocultar por rigor profesional. Lentamente la vida de Chelsea se va al carajo y la confesora siente la necesidad de confesarse. La planificación de Soderbergh es tan chocante, elegante y magnética como siempre, y pese a que esa narración deconstruída en ocasiones confunde, sí que es usada con precisión para narrar al espectador en cada momento lo que necesita saber y, por qué no, sentir. Grey, presumible objetivo un escrutinio atroz por parte de la crítica, cumple con su personaje aportándole naturalidad, y sin ser el suyo un trabajo sobresaliente, sí que encaja a la perfección con el tono hiperrealista del filme. Una obra sencilla pero eficaz, carente de pretensiones pero elegante y meramente sentimental. Soberbergh se ha salido de la recta vía y eso a veces, simplemente por haberlo intentado, merece la pena.
Valoración: 7/10
por Pablo Gutiérrez
httpvh://www.youtube.com/watch?v=Truobt1xyKw
THE GIRLFRIEND EXPERIENCE (Estados Unidos 2.009, 77 Minutos, Drama)
Dirección: Steven Soderbergh.
Guión: Brian Koppelman, David Levien.
Reparto: Sasha Grey, Chris Santos, Glenn Kenney, Peter Zizzo .
Fotografía: Peter Andrews.
Música: Ross Godfrey.