26 abril 2024

EL COLUMPIO ASESINO

 

(Sala Lava, Valladolid) 10 de Octubre de 2015

 

 

El pasado 10 de Octubre los pamploneses “El Columpio Asesino” aterrizaron en Valladolid para presentar las canciones de su último trabajo “Ballenas Muertas en San Sebastián”. Penúltimo concierto del festival Valladolindie y una buena oportunidad para poder disfrutar del hipnótico directo de uno de los grupos más en forma del panorama indie pátrio.

el columpio asesino valladolindie

A  modo de telonero Joaquín Posac deleitó al personal con una sesión de música electrónica creada por el propio Posac. Composiciones sinterizadas, envolventes y llenas de matices, acompañadas por las visuales de Alberto Marcos (Birikú Sistema). Ambos crearon el ambiente perfecto para recibir a Álvaro Arizaleta y sus secuaces.

 

Con un público entregado de antemano, “El Columpio” comenzó a diseccionar a sus ballenas muertas. “Escalofrío”, “Babel” o “Anzuelos” sonaron descarnadas, casi tribales pero ejecutadas de manera sobresaliente. La agonía in crescendo es uno de los puntos fuertes de los de Pamplona. Canciones claustrofóbicas que van creciendo ganando en intensidad como si de una pesadilla se tratase. “Perlas”, “La Lombriz de Tu Cuello” o “Susúrrame” son buena muestro de ello y en su puesta en directo, se convierten en sublimes paranoias, una oda a lo salvaje.

Estas nuevas canciones fueron intercaladas con composiciones antiguas como “Edad Legal”  o “Floto” pertenecientes a su álbum de 2006 “De Mi Sangre a Tus Cuchillas”. En tal orgía sonora no podía faltar su tema más exitoso “Toro” perteneciente a “Diamantes” su trabajo de 201l. “Toro” se ha convertido sin lugar a dudas en su piedra angular. Un delirio colectivo sin reproches con la única intención de hacer bailar al respetable toda la noche. Otro tema rescatado de éste disco fue “Corazón Anguloso”, que sonó afilado gracias a la electricidad emanada por los potentes riffs de guitarra que la envuelven.

Un grupo que cuenta con más de 15 años de historia como “El Columpio” posee una envidiable colección de perlas sonoras. Una que se echó en falta fue “Ye Ye Yee” su buque insignia allá por el año 2003, cuando el grupo publicó su homónimo álbum de debut. De éste trabajo rescataron para los bises “Vamos”, que es una de sus composiciones más adictivas, muy rica y muy chévere. Un momento que fue celebrado por los más veteranos de la sala.

 

De ésta forma pusieron el broche a su actuación en Valladolid, última concierto antes de embarcarse a hacer las américas cinco días más tarde. Un concierto el ofrecido, intenso como era de esperar por un grupo con un imaginario inagotable y un saber hacer en directo impecable.

 

                                                                                                                      Carlos Uzal