El 19 de enero, Manel M. Hontoria y Ricky Lavado, como dúo, presentaban un puñado de buenas canciones más allá de convencionalimos, automatismos y ritmos acelerados inherentes a la música contemporánea, bajo el título de Lower Hermosa y bajo el sello Cielos estrellados Music. Les definen el slowcore, el postrock y el rock en sí mismos. Y la americana, por supuesto.
Este dúo madrileño, con una sólida experiencia en la escena independiente, nos resultabas más que familiar. Le habíamos visto en bandas notables como Standstill, The Secret Society, Nudozurdo, Egon Soda, Cuzin, Mi Capitán, Buena Esperanza y The New Raemon y teníamos su EP de 2022 Mojave.
Ricky está aquí y ha venido para hablarnos de su rock oscuro más humilde y calmado que nunca. Sin más rodeos, entramos de lleno, que tenemos muchas ganas.
NOTEDETENGAS: Habéis mencionado que La Joya es como un “refugio” donde podéis disfrutar de la música sin presiones externas. ¿Cómo esa sensación de refugio se refleja en su música?
LA JOYA: Refugio es una descripción bastante acertada de lo que es esta banda. Paravalanchas también serviría. Esa sensación de refugio, de cabaña que nos aísla de las prisas y el ruido, da como resultado música tranquila, humilde y alejada de artificios. Hacemos las cosas al dictado de nuestros gustos única y exclusivamente, y al no tener pretensiones comerciales ni estrategias de mercadotecnia, lo que sale es honesto.
NTD: ¿Cómo nace esa dinámica sonora entre vosotros dos y cómo evoluciona durante el proceso creativo?
LJ: Nos entendemos bien y encajamos en cuanto a gustos, caracteres, intenciones y actitud general ante la vida. La dinámica surge de forma natural, sin forzar nada ni darle demasiadas vueltas a las cosas. Ambos llevamos muchos años tocando en mil bandas, y coincidimos los dos en The Secret Society.
NTD: Os conocéis más que bien
LJ: Así es. Nos conocemos muy bien y sabemos qué cosas nos interesan y cuales no, así que los procesos creativos surgen del consenso y de disfrutar pasando horas en el local y compartiendo desayunos.
NTD: Hablemos ahora un poco sobre vuestras principales influencias musicales…
LJ: Las coordenadas musicales de esta banda están muy bien delimitadas; el slowcore de Codeine o Karate, por ejemplo, o cosas de la nueva Americana como Margo Cilker, Kurt Vile o Waxahatchee. Con La Joya bajamos revoluciones y volumen respecto a lo que hemos tocado anteriormente en otros proyectos, y estamos más centrados en la parte menos enfadada de nuestro bagaje musical.
NTD: ¿Seríais capaces de describir algún ejemplo fehaciente de estas influencias en algún tema específico?
LJ: La contraportada del disco es un montaje de fotografías que funciona como homenaje a algunos de los lugares comunes que nos unen o nos han marcado de alguna manera. Hay imágenes de Hot Snakes, Bonnie Jo Campbell, Jawbreaker, Robert Jordan o Sunny Day Real Estate, entre muchas otras cosas; todo forma parte de la cosmogonía de esta banda. Sobre influencias específicas en temas concretos, el libro “En tierras bajas”, de Herta Müller, está presente de alguna manera en alguna letra, por ejemplo; y en cuanto a sonido hay cosas de The New Year o Neil Halstead que hemos intentado coger prestadas.
NTD: Y qué me decís de la experiencia de grabar Lower Hermosa en La Mina con Raúl Pérez…
LJ: Raúl es un gran tipo. Cualquiera que haya trabajado con él sabe la suerte que supone cruzarse con gente con tanto talento profesional y que además son buenas personas, con la actitud correcta y la energía necesaria en cada situación. La grabación fue tranquila, divertida, relajada, con muchos baños en la piscina y muchas carcajadas. El resultado, además, nos encanta.
Ver esta publicación en Instagram
NTD: Vamos a hablar un poco más del proceso creativo al componer canciones para Lower Hermosa
LJ: Se podría describir como poco premeditado. Nos gusta juntarnos en el local e improvisar, encontrar fragmentos de música que nos gustan y no movernos mucho de la idea original al convertir esos fragmentos en canciones. Jugar con tan pocos elementos como una guitarra, una batería y una voz nos permite ir a lugares muy austeros en cuanto a sonido; y nos gusta manejar el vacío, los silencios y los espacios amplios y poco recargados.
NTD: ¿Diríais que hay algún tema o mensaje específico que deseen transmitir con Lower Hermosa?
LJ: No hay grandes proclamas ni mensajes específicos. No nos interesa transmitir ninguna idea en concreto. Tanto la música como las letras del disco giran en torno a conceptos como la sencillez, la calma, la humildad, el desinterés por las artimañas, la querencia por una vida simple y tranquila, y la desconfianza hacia los artificios.
NTD: Es un título bastante llamativo, hablemos de él y de lo que representa.
LJ: Para nosotros tiene sentido, pero de una manera muy abstracta que casi roza la broma privada. No representa nada específico en realidad; nos gusta como suena, nos gusta el sentido geográfico (nuestro primer ep se tituló “Mojave”, en un sentido similar), nos gusta la combinación de idiomas y poco más, no hay ningún mensaje escondido detrás de este título.
NTD: Teniendo en cuenta vuestros proyectos anteriores, ¿cómo La Joya se diferencia en términos de sonido y enfoque?
LJ: Los dos tenemos una edad ya, y llevamos muchos años tocando en mil bandas. Muchos conciertos a las espaldas y muchas vivencias tanto buenas como malas. El momento vital en el que nos encontramos ambos hace que nos planteemos las cosas de forma muy diferente en comparación con proyectos anteriores o con otras bandas de las que formamos parte hoy en día. Ser solo dos miembros también permite hacer las cosas de maneras que otros proyectos con más gente involucrada no permitirían. En La Joya no hay búsqueda de reconocimiento comercial ni interés especial por la popularidad; la banda funciona mucho más hacia dentro que hacia fuera. En cuanto a sonido e intención, la diferencia principal entre La Joya y nuestros proyectos anteriores es que esta banda nos permite investigar terrenos que siempre nos han interesado pero en los que no habíamos buceado a fondo hasta ahora; la calma, el vacío, los tempos relajados, la falta de producción, la austeridad de recursos, la economía de elementos y la frescura de la espontaneidad.
NTD: ¿De qué manera la ciudad de Madrid ha influido en vuestro sonido y en la forma en que se aproximan a la creación musical? ¿Hay lugares o momentos específicos de Madrid que han dejado una marca en vuestra música?
LJ: El ritmo de vida atropellado y bullicioso de una ciudad como Madrid a veces te empuja, quieras o no, a vivir inmerso en un caos de ruido y tonterías del que es importante saber escapar. En ese sentido, seguro que la válvula de escape en la que se convierte una banda como la nuestra se materializa en querer hacer música que precisamente huye de ese frenetismo. A la vez, Madrid es en muchos sentidos una ciudad amable y humana también, así que esa búsqueda de parcelas de calma y humanidad dentro de una ciudad monstruo se transmite en nuestra música, conscientemente o no. Una de esas parcelas, para nosotros, sería la panadería Colette, donde sirven los mejores bizcochos de Madrid y a la que dedicamos una canción en nuestro primer ep.
NTD: Con el respaldo de Cielos Estrellados Music, el sello de The New Raemon, ¿cómo ha sido trabajar con ellos?
LJ: Ha sido fácil. Son amigos, nos conocemos hace ya unos cuantos años todos, y la única motivación detrás de todo es la amistad y el amor por la música, así que todo bien.
