En una época en la que vamos con prisa a todas partes, en la que apenas somos capaces de sentarnos a leer o a escuchar un disco durante más de 30 minutos, aparece la propuesta de Rozi Plain, un disco pluscuamperfecto para darse el placer de parar, escuchar y disfrutar, ‘Prize‘. Y es que Rozi Plain ha compilado en su quinto trabajo tanto sus inquietudes como sus labores de crecimiento artístico. Un crisol de sonidos donde las influencias del neo-jazz, el folk dreamy, el synth-folk, y el art rock se dan cita para el puro deleite de sus oyentes.
El pasado jueves 7 de septiembre pudimos disfrutar de su propuesta en directo en la Sala Moby Dick gracias a Primavera Sound, convocando a una pequeña legión de fans y rezagados de última hora. Una sala en la que agolpados en la parte delantera de la misma, pudimos gozar de este ‘Prize‘ en puesta de largo en live, superando las expectativas, como bien mandan los cánones de llevar al directo un disco mágico. Esa atmósfera calmada, ese súbito romper de manera eléctrica las composiciones, esa sensación de parar y tomar aire, era trasladada al escenario de manera impoluta. Sobre todo es este un hecho destacable al hacer posible sentir la mayor parte de las texturas y capas que en el disco han hecho posible tanta cantidad de músicos, y llevarlo a cabo mediante un cuarteto en sintonía.
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Rozi y su banda(za) arrancaban la noche con ‘Blink‘, esa pieza que cierra majestuosamente su último disco, en la que la importancia de los silencios ayuda a meternos aún más en ese universo lleno de matices. ‘Blink If You Love Me…’, ya nos hacía presagiar que la galvanización con su grupo iba a depararnos momentos de auténtica algarabía (contenida). Acto seguido, uno de los temas más bonicos del disco hacía acto de presencia en su setlist, ‘Complicated’, autoconciencia y esa línea jazzística y elegante presente, haciendo fuerte su propuesta. ‘Agreeing For Two’ groove de esos de los que sacan sonrisa mientras te contoneas, el tomar decisiones así no parece tan complicado; en ‘Standing Up‘ la importancia de los sintetizadores se hacía patente con esa virguería de Gerard Black de forma continuada durante todo el directo. Repaso a sus anteriores trabajos de la mano de ‘Symmetrical‘, ‘Best Team‘, pero su último disco era un refugio al que volver y con el que explayarse, ‘Help‘, palabras mayúsculas, a caballo entre This is The Kit y Rhye, ‘Painted The Room’ tornando a rave folktrónica, y bis de rigor con una ‘Actually’ donde volvían a hacer factible esa conexión impoluta como banda. Fascinación.
