27 abril 2024

Cuando una de tus bandas de culto viene de gira por estos lares siempre tienes la incertidumbre de cómo le irán sentando los años, cómo envejecerán esos himnos que bailoteabas pegado o agitado en esos bares en los que ponían buena música, cada vez, como el talento de esas bandas, más difuminados. Lo de Echo And The Bunnymen es otro ejemplo de ello, una banda seminal, que puso su germen en tantas otras bandas que se llevarían laureles por doquier sin que muchos de sus adoradores conozcan a los primeros, una banda que pudo llegar mucho más allá pero que se quedó estancada por sus primeros trabajos, complicados de superar. Los egos y la falta de visión les dejó postrados a las puertas de un futuro mucho más esplendoroso más allá de vivir en la época dorada de los 80 con un reconocimiento pleno.


Flaco favor les hizo el paso por Murcia para su parada por Madrid, entendamos esto en términos de público, el salir como las grecas en el Visor Fest fue motivo de baja voluntaria para más de uno, que se fiaban de Ian lo mismo que te puedes fiar de que en Madrid regulen el alquiler de la vivienda. Error, el tipo aprendió a salir menos templado en la capital. El señor Ian McCulloh, postrado en la tarima de la Riviera, suerte de pose a caballo entre Almodovar y Liam Gallagher (pose incluída, ojo fans de Oasis, Liam no inventó muchas de las cosas por la que le veneráis), arrancaba con ‘Going Up‘ como declaración de intenciones. La noche iba de artillería fina de la banda. Post-punk, art-rock, glam-pop, de todo sacaron algo y con temas como el mencionado influenciaban a unos U2 que aún andaban mamando teta. ‘Rescue’, ‘All That Jazz’ también eran recuperados del inmenso ‘Crocodiles‘. Alguna menos intensa como ‘Flowers‘, se entrecolaba entre las míticas de la banda, ‘Seven Seas’, ‘All My Colours’, ‘Over The Wall’. Tampoco vamos a decir que Ian y compañía fueran la alegría de la fiesta, de hecho la voz del frontman andaba un poco de aquella manera, saliendo del paso como se podía, perdonado por la legión de fans, los más afortunados peinando canas.

El momento móvil en mano de ‘The Killing Moon’ alumbraba la Riviera con un inmenso foco humano, clásico atemporal, himno donde les haya, lástima que se lo llevaran a un killing mood… pero bueno lo mismo es que nosotros seguíamos inmersos en ese momento de gloria décadas atrás, el que tuvo retuvo, los echo lo retienen, pero no le ponen demasiada emoción al asunto, parece que lo de poner el cazo funciona y se cumple. Algo más de hora y cuarto para redondear el set con ‘Ocean Rain‘ y ‘Lips Like Sugar‘, ambas ya a los bises. Fate, up against your will!

Fotos : @zneasleunamlive

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