La oferta de conciertos de la ciudad de Valladolid ha crecido exponencialmente en el último año gracias a la irrupción de la Sala Porta Caeli, con una programación estable y continua, y la aparición de diversos promotores, colectivos e iniciativas que están llenando de júbilo a los amantes de la música de la ciudad.
Sin embargo se sigue echando de menos dentro de este abanico musical conciertos de la vertiente más clásica del Rock And Roll, que si tienen cabida en otras capitales (y no solo en Madrid donde Kim Lenz o Imelda May agotan el billetaje de las salas sino en ciudades como Gijón o Bilbao) y el concierto del trio holandes The Bellhops el pasado jueves fue un ejemplo de que hay un público ávido de escuchar los ritmos más bailables y originales del género.
Pero antes de los Bellhops fue el turno de Jane Canalla una banda local de rock con influencias del estilo “urbano” de los 80s y que alternaron varios blues (Urban Blues) atacados con pericia con temas de sabor americano (a mi me recordaron a otra banda mítica de la ciudad llamada Los Miembros como en No Lo Pude Remediar) y que destacaron por lo trabajados que tenían los temas tanto a nivel de ejecución como de arreglos. Muy buena banda para directo y muy diferente estilísticamente de lo que vendría a continuación.
The Bellhops no son unos recien llegados, tienen a sus espaldas una carrera espectacular tanto como banda con siete albums publicados en los mas de 20 años de trayectoria que les contemplan, como por sus grabaciones junto a grandes artistas norteamericanos en sus giras por Europa, como Billy Lee Riley o Ray Campi con los que han llegado a grabar en estudio como banda de acompañamiento.
Uno de los grupos más reputados de la escena Rock´n´Roll y los encargados de confeccionar esta gira homenaje a uno de los rockers más importantes de la historia, el muchas veces infravalorado Gene Vicent (en el 40 aniversario de su muerte) y que se presentaron en formato trío (contrabajo, guitarra y batería) y con un repertorio de casi cuarenta canciones que interpretaron en las casi dos horas que estuvieron sobre las tablas.
Desde la inicial Red Hot, de la época con los Blue Caps pasando por el archiconocido Be Bop A Lua o el ritmo desenfrenado de Double Talkin Baby que puso a bailar a varias parejas que vestían inmaculadamente para esta celebración de Rock and Roll.
Tuvieron más éxito cuando aceleraron los ritmos y se mantuvieron en los patrones más puristas y bajo la intensidad con los acercamientos a estilos más country folk, latinos e incluso bluseros aunque hay que reconocer que las contadas veces que se aproximaron al soul, sobre todo en la voz cálida de su contrabajista Martin Ubahgs que se encargó de la mayor parte del repertorio vocal, dejando su oportunidad de lucimiento al guitarra Emilio García (de ascendencia española) que demostró su pericia a las seis cuerdas sacando un sonido afilado a su Telecaster y su hijo Enrico a la batería que se atrevió con una versión rockabilly del clásico Rock And Roll de Led Zeppelin!!:
Intercalaron muchas canciones de su último trabajo de estudio como Surfin Mania o You Burn My Head y se dejaron en el tintero alguna cover que tenían preparada como Suspicious Mind con la que habrían tocado la fibra de algún presente.
Noche de zapatos de plataforma, faldas de vuelo, camisetas ajustadas y tupés centelleantes y sobre todo de buena música y mucha diversión. Que no sea la última