El jueves 13 de noviembre los valencianos Polock se subieron al escenario de El Sol para presentar su segundo LP, “Rising Up”, en la primera visita del trabajo a Madrid.
Falta un cuarto de hora para las once. Con todas las entradas vendidas y una sala llena hasta la bandera, salen a un “ring” cuidado por una lona con un guante de boxeo. Como introducción se suceden tres temas; ‘Bronze’ y, recuperados de su primer álbum, ‘Tenderlies’ y ‘Tangerines & Unicorns’. Sirven para solucionar unos fallos de sonido ausentes a partir de entonces.
Un “¿qué tal? Vamos a seguir con uno del nuevo disco” da paso a ‘Take Your Panties’. Les envuelven luces intermitentes que añaden al tema una potencia con la que ya cuenta. Beben de su cerveza y suena la levemente asiática ‘Internet Porn’. Se coordinan al agitar la cabeza.
A ‘Memories of Lu’ le sigue ‘Defenceless’, con sus casi tres minutos instrumentales. Los invierten en enseñar lo que son capaces de hacer.
“Ésta seguro que os suena”, avisa Papu, vocalista. Acierta, y se oye corear ‘Fireworks’. No dan oportunidad a una bajada de la violencia y la adrenalina, y atacan de nuevo con ‘Sometimes’.
Prácticamente prescinden de las luces para ‘Hockey’; van bajando de intensidad sin que ellos dejen de tocar. En un par de minutos apenas se les ve, pero no desaparecen. Vuelven a encenderlas a golpes de baqueta que enlazan con ‘Rising Up’, tema instrumental que hace las veces de título de su LP. Lo fuerzan y alargan, turnándose en protagonismo.
Llega ‘Everlasting’, Papu desata el micrófono y se contonea y Pablo deja la guitarra para hacerse con el teclado. “Vamos a tocar un tema para que bailéis”, hablan de ‘Freak City’ y todos obedecen. Repiten lo de “you say: what’s the time?”, y aunque se está haciendo tarde no creo que a nadie le importe.
Se van al camerino y no tardan en volver, con ‘Not So Well’, de “Getting Down From the Trees”. Notándose que ya no tienen que reservarse nada, cierran con ‘You’ll Never Know Me’. Dicen adiós y se palpan las ganas de que pasen más a menudo por aquí.