Nunca el título de una película engañó tanto. La sinopsis oficial de ‘Monsters‘ habla de un hombre y una mujer que deben cruzar la peligrosa zona donde habitan las criaturas que llegaron de otro planeta seis años atrás. Sin embargo, a diferencia de lo que el espectador puede esperar, aquí los mostruos y las escenas de terror brillan precisamente por su ausencia. No sé dónde leí que ‘Monsters’ era como si ‘Lost in translation’ ocurriera en el escenario de ‘Godzilla’,y, sinceramente, no encuentro mejor forma de definirla. La ópera prima de Gareth Edwards es una película de ciencia-ficción, sí, pero a la vez intimista, pausada, que habla del viaje a casa de dos personas que en realidad no quieren regresar.
De qué va:
Hace seis años, una sonda de la NASA que contenía muestras de vida extraterrestre se estrelló en México en su viaje de regreso. Hoy, los ejércitos mexicano y estadounidense intentan contener la criaturas en la conocida como ‘zona infectada’. En ese contexto, un hastiado periodista estadounidense (Scoot McNairy) acepta de mala gana escoltar a la hija de su jefe (Whitney Able) a través de la zona infectada de vuelta a Estados Unidos.
Opinión:
Que ‘Monsters’ muestre las temidas criaturas del título sólo de refilón y se centre en la historia romántica de sus protagonistas ha generado sentimientos encontrados. Muchos de los que eligieron ver esta película con la esperanza de descubrir una nueva ‘Distrito 9’ salieron desencantados, y, para qué negarlo, aburridos. Otros encontraron en ‘Monsters’ una emocionante historia que les llegó al corazón. En mi caso, fueron un poco ambas cosas.
Por un lado, no pude evitar una cierta decepción cuando noté que las escenas de tensión/terror tardaban en llegar y más aún cuando comprendí que nunca lo harían. Me había sentado a ver ‘Monsters’ dispuesta a dejarme sorprender y asustar, y, en lugar de eso, me sobrevenía algún que otro bostezo. Al mismo tiempo, no obstante, la sencillez, ternura y elegancia con que Gareth Edwards nos cuenta el viaje de Kaulder y Sam, y los vínculos que van creando entre ellos, me gustó, y sé que, en otras circunstancias, me hubiera emocionado.
El problema es que, cuando esperas un filme de ciencia-ficción con buen manejo del suspense y espectaculares efectos especiales, el encontrarte con una historia romántica, por bien contada que esté, no evita la decepción.
Dejando a un lado el carácter imprevisto del argumento de ‘Monsters’, lo cierto es que no extraña que la película de Gareth Edwards triunfara en los premios al cine independiente británico (se llevó galardón a la mejor película, director y efectos visuales). Aparte de un buen guión, mucho simbolismo y un impecable trabajo por parte de sus dos actores, el filme presenta una ambientación extraordinaria, con todo esos detalles propios de un país devastado por la guerra, una banda sonora conmovedora y unos efectos, los pocos que hay, que cuesta creer que su director los realizara desde su portátil (y que fueron premiados en Sitges).
Si no fuera por la sensación de insatisfacción que deja su decepcionante escena final y por la inexplicable indiferencia con que sus protagonistas se enfrentan al peligro -ahí perdemos la empatía-, ‘Monsters’ figuraría hoy en mi lista personal de las mejores películas de ciencia-ficción que he visto.
Nota: 6/ 7
Para recordar:
– Que detrás de una película de esta calidad figure una única persona como guionista, realizador, director de fotografía y creador de los efectos especiales: Gareth Edwards.
– El simbolismo de ese enorme muro que les separa de su casa: como si volver al hogar significara entrar en una cárcel.
– La banda sonora de Jon Hopkins, mezclada con la fotografía de Gareth Edwards, y unida a todas esas escenas de destrucción y superviviencia. Da qué pensar.
Para olvidar:
– Que la intriga por conocer el aspecto de las criaturas desaparezca en el segundo minuto de la película.
– La última secuencia: qué clímax más poco climático.