En un mundo lleno de ciegos, los tuertos consiguen llegar a la capa que ostentan los reyes, en un universo musical cambiante y lleno de vaivenes, un artista como Iván Ferreiro logra adaptarse, crear y expandir sus canciones hacia niveles que muy pocos consiguen satisfacer.
Y es que Iván lleva años congregando a una parroquia cambiante, sumando y restando adeptos, más lo primero, sin duda, consiguiendo arrastrar a aquellos que han crecido con sus primeros discos y con Los Piratas, pero también haciendo fuertes a nuevas generaciones y metiéndolas de lleno en su proyecto, en su DIY Pop, en su laboratorio sonoro, porque que a nadie le quepa duda, Iván y los suyos son algunos de los músicos más talentosos y experimentadores que podrás encontrar por estos lares y alrededores. Así lo manifestaron el sábado en el Wizink Center, en el que quizás fuera el concierto más emotivo de la banda en mucho tiempo, logrando congregar a cerca de ocho mil personas en un show único enmarcado en el décimo aniversario del Inverfest.
Cuando todo fluye se nota, y si una banda está cómoda y respaldada por una legión de fans todo puede salir bien. Las fronteras de la trinchera pop se expandían, única fecha en Madrid para presentar este portento de disco, el amor entre hermanos y componentes era factible, los colaboradores no eran colaboradores al uso, eran amigos, eso se palpa, eso se manifiesta en canciones que pasan a tocar la fibra de ese músculo que late a toda velocidad cuando suenan las estrofas acompañados de _juno, Juancho Marqués o Santi Balmés…Amaro Ferreiro (voces y guitarra), Ricky Falkner (bajo), Emilio Saiz (guitarras), Xabi Molero (Batería), Sergio Martínez (guitarras) y Pablo Novoa (teclados) completaban la alineación estelar, el equipo perfecto.
Magia, Iván, lo que hacéis es magia, alquimia musical, electrificar el pop, poperizar el rock, rockerizar el folk, i+d ferreiro, nunca una trinchera tuvo tanto sentimiento de resguardo para nosotros.
Durante casi dos horas, pudimos disfrutar de todos los directos de Iván Ferreiro de nuestra vida, condensados en un setlist de infarto, del que nadie podría quitar ni una de las aportaciones al magnérrimo directo. Empezando fuerte haciendo inciso en su último trabajo, ‘Canciones Para No Escapar’, ‘La Humanidad y la Tierra’ y ‘Dejar Madrid’, tríptico para infartar, que de súbito sorprendía con dos de nuestros temas más icónicos de Los Piratas, ‘Inerte’ y ‘M’ y claro, el suelo se convierte en poesía… Juancho Marqués se unía a Iván para darle nuevo color a ‘El Faro’, amor profesado bidireccional, para mecenos a continuación en su ‘Gran Columpio‘ y metiéndonos de lleno en las letras de ese pequeño ‘Pinball‘.
Ya lo decían, estaban experimentando el mismo éxtasis que nosotros, ‘os quiero mucho‘ espetaba a su público, ‘vamos a hacer el directo del tirón’, y menudo tirón…‘La Gran Belleza y La Juventud’, ‘Santadrenalina‘, las sombras no entienden de tristeza, pero esa noche la nuestra se difuminaba y se tornaba algarabía. ‘El Dormilón’, ‘Años 80’, con su consecuente efusividad, abrazos entre desconocidos y uno de los karaokes por excelencia, que se fusionaba con la colaboración de Zahara y Martí Perarnau uniéndose a la banda en ‘El Pensamiento Circular‘. Tema magnérrimo, ejecución impoluta, lagrimita circundante, canción que es ‘Casa‘. Uno de los momentos por excelencia de una noche única.
‘Miss Saigon’, ‘SPNB‘ como preludio a la hermandad de Ferreiro con Santi Balmes, ‘El Equilibrio es Imposible‘, a dos voces, latiendo muy fuerte, preciosismo puro, justo a punto para coger carrerilla para la recta final. Ya sólo podíamos cantar, galvanizar voces, dando rienda suelta a nuestras emociones, ‘El Viaje de Chihiro’, ‘Cómo Conocí a Vuestra Madre’, ‘Diecinueve‘ de Maga abriendo para ‘Turnedo‘ y despedida ‘En Las Trincheras de la Cultura Pop’. Puede que esa noche ellos fueran nuestra Trinchera Pop.